Nos pilló la hora de comer en la carretera de camino a Pola de Allande. Confiamos en que, siendo agosto, algo encontraríamos abierto en domingo. Y nos costó. Nos costó mucho. Tan solo encontramos abierto y con sitio este bar de carretera en la pequeña aldea de Cereijeira.

A pesar de tener un tamaño respetable, estaba prácticamente lleno. Sencillo a más no poder. Ambiente muy familiar. Servicio amable. Menaje de batalla. Menú de 20 € con un par de primeros, un par de segundos y un par de postres, bebida incluida.

De primero pedimos ensaladilla los dos. Nos trajeron una fuente llena de ensaladilla... Y un bote de mayonesa, porque la ensaladilla no tenía.

De segundo, pollo asado yo y merluza rebozada mi esposa. Después del primer plato, hasta nos sorprendió agradablemente.

De postre, un buen arroz con leche y un flan casero.

De beber, un refresco y una botella de agua.

En fin, si nos volvemos a perder por la zona... Ya veremos.