Cortes argentinos

Asador argentino situado en el centro, muy centro de la ciudad, en una calle peatonal junto a la plaza del Ayuntamiento y que en realidad son varios locales en la misma calle con un nexo de unión en la terraza sobre exterior en el centro de la calle (terraza con estufas individuales); son 4 plantas bajas, la primera de la izquierda tiene la cocina en el sótano, la segunda tiene una enorme cava de vinos que ocupa toda la pared del local de techo a suelo; la segunda de la derecha no la vi y la primera de la derecha ocupa en espacio del mítico bar de barrio de almuerzos: casa Amorós donde el bocadillo que hacía furor era el de embutido (salchicha y morcilla) con habas o con col frita; si hubiera resistido más crisis, ahora, en época de todo el mundo almuerza, sería un lugar de peregrinación.

Cuatro amigo para comer que nos ubican en la terraza como única opción (y gracias) dadas las fechas en que estamos y gracias a un horario tardío. Mesas amplias, cómodas, de tablas de madera que crea inseguridad en unas copas de vino básicas con bajoplatos de esparto. Servicio con gente suficiente y experimentada pero con un problema de retraso muy importante debido a que la cocina no da abasto con tanta clientela cuando todos los espacios interiores y terraza se llenan.

La carta de vinos es muy amplia con bastante presencia de vinos argentinos lo que la hace interesante. Sin embargo nos ofrecen el vino tinto de la casa que resultó ser Viñas del Vero roble 2022 que entra en el menú (con gusto hubiéramos pagado un suplemento por probar un argentino); previamente se tomaron unas cervezas de presión y agua con y sin gas que también entraron pack del menú ("toda la bebida incluida").

La carta de comidas tiene un par de menús que se diferencia sobre todo en el plato principal siendo el de menos precio más dedicado a una degustación de diferentes tipos de carnes mientras que el segundo es para una buena carne única en cantidad mayor y quizás con más calidad. Hay también una carta con entrantes, ensaladas, diferentes tipos de empanadillas, pastas (en Argentina hubo mucha emigración de italianos y es muy frecuentes encontrar comida italiana, incluso pizzas); bastante variedad menos el pescado que para ellos está siempre descartado. La carne se hacen en parrillas de carbón.

Para comer y de forma compartida para los cuatro y acompañados de un pan:

. chorizo criollo x 2: con salsa chimichurri, un par de piezas de buen tamaño pero que se quedaron cortas ya que la hora de llegada, ya tardía, y la hora de recibir el primer plato, más tardía aún, había hecho disparar el hambre. Muy bien.

. empanadas argentinas: 4 piezas que nos sorprende que sean diferentes por lo que hubo que partir por la mitad (no daba para 4 partes) y así probar al menos dos opciones. Hay 7 opciones, probamos 4, gustaron las 4.

. provolone tradicional: con ají molido y orégano; buena textura y un tamaño que para 4 se quedó algo corto. Muy bien de sabor.

. parrillada de carne: tira de asado, entraña de ternera, entrecot y secreto de cerdo: acompañado aparte de unas patatas cocidas de tamaño medio, muy buenas y con una salsa chimichurri, como no. Las carnes bien en general sin ser extraordinarias; la cantidad y debido a la tardanza entre platos que hizo tener menos hambre, fue suficiente pero sobrevoló todo el tiempo de la comida que cuando se agrupan menús, en nuestro caso los cuatro, las raciones se acortan.

. degustación de postres: de nuevo 4 diferentes que no pudimos elegir y que dificulta mucho el compartir. A saber: crêpe de dulce de leche con helado, flan de huevo con dulce de leche, tarta de queso con confitura de arándanos, "chocotorta" que es una tarta de galleta de chocolate con dulce de leche y crocante de almendra. La verdad es que gustaron todos y a pesar de la múltiple presencia del dulce de leche, no estaba empalagoso.

Unos buenos cafés finales y disculpas por la tardanza por parte de quien parecía un poco el coordinador de todo, hizo salir con mejor sensación que cuando empezó la fiesta.