Mira que es dura la vida del esmorzador, el sacrificio que hay que hacer para terminar con el bocadillo.
Localidad algo alejada de la capital pero que dispone de un local de, sobre todo, almuerzos que son reconocidos en este sorprendente mundo del "esmorzar". Tiene muchas mesas en un corto espacio robado al tráfico pero que se alarga bastante por toda la finca; además unas cuantas mesas en un ruidoso comedor interior, así que nos colocamos fuera y por tantp, con mesas de aluminio típicas de terraza de bar y donde se acaban de levantar algunos lugareños que vuelven a su trabajo (no hay posible reserva) sin esperar a que se limpie porque si no la pierdes en cuanto te das la vuelta.
Hay que entrar para encargar los bocadillos y el omnipresente Domingo te informa de lo que hay, aparte de lo que se ve sobre el mostrador peor conviene ir adiestrado en la carta vía internet porque son muchas las posibilidades. El tamaño del bocadillo, salvo que te resistas es universal y consiste en 2/3 de la barra de cuarto con un relleno como si no hubiera mañana; así que conviene ir en ayunas porque se te puede hacer un Tourmalet.
Una vez encargados, nos sentamos, viene la limpian un poco a regañadientes por el servicio de fuera (¡qué diferencia con el dueño!) y nos traen las bebidas, vino (castillo de Gredos) con gaseosa y los cacahuetes con corteza y unas aceitunas, ambos bastante básicos, y quedamos a la espera de los bocadillos; llegan casi sin tiempo de servir la bebida ni probar los cacahuetes... El tamaño impresiona pero así es de dura la vida del "esmorzar valenciano": habrá que acabarlo, así que empujando con el pan, se llega al final. Po cierto el pan bastante bueno, crujiente, buena cocción y se recomienda un cuchillo parar partir en 2/3 trozos porque las dos manos no lo abarcan bien y se puede desmochar.
El pan contenía:
. tortilla de espinacas y longanizas: muy bueno ambas y muy complementario lo uno de lo otro sin pisarse los sabores. Buena idea.
. chivito completo: huevo, lomo, bacon, cebolla, lechuga... una pasada; lo pedí por recomendación del dueño un poco con reservas porque no es nunca mi elección, pero es de lo mejor que he probado como chivito en calidad y cantidad de bocadillo. Recomendable.
Un par de cremaets finales en vasos más altos de lo habitual que estaban recién salidos del fregadero/lavavajillas y andaban sin secar dando un aspecto regular; de sabor aprobado justo faltaba canela y calidad del café.
bocadillos
tortilla
gasto
cremaet
mostrador
mesa exterior
Mira que es dura la vida del esmorzador, el sacrificio que hay que hacer para terminar con el bocadillo.
Mon Dieu¡¡¡ vaya esmorzar. Como bien dices que dura es la vida del esmorzador valenciano. Llevas un ritmo trepidante, te has convertido en el centro de referencia de los esmorzars valencianos.
Saludos
Menos mal que entreno.
Saludos
Me gusta entrenar... para luego una maratón
Saludos
Como todo buen deportista gastronomico ;-)
Saludos
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