... pendiente del año pasado. Ese lugar en el margen de la carretera en el que tantos coches había parados y que parecía una especie de parada de postas entre la tupida vegetación de la zona.

Mucho más grande en su interior de lo que parece desde fuera. Barra amplia, salón grande y un patio interior que debe ser bien fresquito en verano.

Lugar clásico, servicio profesional en el sentido más clásico de la palabra; cercano y amable como es tónica general en el lugar.

Acomodado en el tranquilo patio, una copita de Zuleta (plano como los pinreles de un airgamboy) para acompañar la tapa de papas aliñás que te sirven como buenos días.

Vamos con algo tradicional: Salmorejo. Ración de madre. ¿He dicho madre? No, ¡ración de abuela! Sólo faltaba que dijeran: ¿Te has quedado con hambre? ¿Te frío un huevo? Un cancarro de salmorejo de tamaño más que considerable y de guarnición como en una boda gitana. Muy hogareño.

Tenia marcado que este año tenía que probar la carne de retinta. Al lío, entrecot de idem al punto. Venía acompañado de guarnición de verduras. Ooooye que estaban bien hechas. Quiero decir, que no estaban pasadas de cocción ni nada por el estilo. Punto impecable. Y oooooye (sí, otra vez oooooye), que la carne estaba al punto de verdad. Acostumbrado a decir al punto y que importe un comino, porque luego llega la carne como les sale del barbuquejo, el que llegue una carne al punto solicitado fue toda una sorpresa.

La comida fue con una copa de Solear (me refugio cosa mala en esta manzanilla) y agua. De postre, té verde.

A pesar de que ha pasado ya bastante tiempo de mi paso por este restaurante, mantengo un vivo recuerdo de algunas cosas. Ahora expondré de manera resumida como fue.

Buen recibimiento, muy buenas instalaciones y jefe de sala y camareros muy amables. La terraza es muy agradable para cenar. La pena es que los mosquitos también la encuentran muy atractiva, al menos la noche que estuvimos nosotros.

La comida solicitada fue la siguiente:
-Chanquetes fritos con pimientos verdes: bueno
-Besugo al horno: nos enseñaron un ejemplar fresco que después de pasar por la cocina, milagrosamente, se había reducido a la mitad. Una vez servido estaba insulso y las carnes totalmente faltas de consistencia. Tengo una teoría sobre lo que pasó cuando el pez salió de escena, pero como no tengo pruebas, no la expondré.
-Postres: no recuerdo qué fue, pero sí que nos dejaron indiferentes.

Respecto al apartado del vino, creo recordar que tienen buena carta, se sirve en copas adecuadas y a la temperatura correcta. Pedimos un blanco que no recuerdo ahora y, con el postre, una copa de Maestro Sierra Viejísimo. El vino de postre servido no fue el solicitado, sino uno de inferior calidad y de precio mucho más bajo. Se lo mencioné y me dijeron que había sido una confusión.

En resumen, se trata de un restaurante que no me ha dejado ningunas ganas de volver. ¡Ah!, se me olvidaba, los precios elevadísimos.

No puedo valorar si el servicio es lento o no porque había poca gente y a nosotros nos sirvieron correctamente.

Amplio restaurante de elegante rusticidad.

Entrantes correctos, carnes buenas y pescados sublimes. Precio correcto, no me parece exagerado.

La carta de vinos está demasiado centrada en Rioja y Ribera. Pero, aunque no están en carta, siempre podemos disfrutar de un buen fino o manzanilla que es lo que mejor pega por estas tierras gaditanas. También podemos disfrutar de magníficos Olorosos, amontillados y PX (de los grandes) por copas.

Caro,caro,y demasiado caro,para las deficiencias,de algunos platos

Ese restaurante es la ostia! y la factura no es lo importante ya que el servicio hay que pagarlo!!!
en cuanto a la lentitud del servicio, alli se va a disfrutar porque eso no es el macdonald!!!!
un beso y que disfruteis los futuros clientes!!

He vuelto a este restaurante durante el mes de agosto y sigue siendo lugar de referencia en la provincia de cadiz, excelso contramormo de atún y altísima calidad en materias primas, mejorando la bodega con propuestas nuevas. desgraciadamente muy lentos en el servicio ( muy corto para el tamaño del restaurante)

El aparcamiento regular, ya que está situada la venta en el cruce de un puente, con la carretera nacional de Cadiz a Algeciras, pero se come muy bien.
Los pescados una maravilla, las carnes no tanto, asi como la carta de vinos que también es deficitaria. Los postres son de lujo, tien la "mousse de turrón" y las "torrijas de mango", que para los golosos es el cielo.