De alguna manera fuimos un tanto condicionados por la idea preconcebida de que se podría tratar del segundo de Solana,. Nada más lejos. Pico Velasco, en este momento , es un gran restaurante de Cantabria , a la altura de los mejores, con una gran cocina, arriesgada, técnica y cromática, en un entorno inigualable y con un equipo que lo administra de forma  impecable. Me sorprendería mucho que este año no recibiera estrella. Sería una de tantas injusticias y caprichos de la guía, sobre todo si observo a aquellos  que ya la tienen. Casona Cántabra rehabilitada con mucho capital desde la más absoluta ruina. Bajada por las escaleras del minimalista hotel. Nos espera un marco incomparable. Una sala de 6 mesas acristalada sobre el verde de Cantabria y el ganado Black Angus que pasta mansamente mientras espera su triste destino. Hormigón , mantel blanco , cristal y verde, la sencillez deslumbrante. Un equipo amable, servicial , elegante, empático y profesional. Carta de vinos interesante y en desarrollo, a la espera de la clientela y sus dictámenes.La comida excepcional¡¡. Riesgo , técnica y excelencia, dese el primer entrante frío al último petit four. Colores que destacan con elegancia , sencillez y una discreta armonía sobre el mantel y la sala. Cocina intensa de sabores, potencia y equilibrio. Gran producto , en su punto, incluido el Angus , casi crudo( así solicitado), pero caliente, crujiente por fuera, para comer ya..como debe ser. Gran experiencia, sorprendido , ¡¡¡¡