Buscando un japonés -todos cerrados en festivo nacional- encontramos este restaurante de cocina fusión asiática con producto local.

Dispone de un comedor interior bastante amplio y una terraza no muy grande. Buen menaje. Servicio atento y amable. Carta donde predominan los platos de fusión nikkei. No miré la carta de vinos.

Almuerzo para dos a base de platos para compartir.

- Gyozas de carrilleras de cerdo ibérico al oporto y vainilla (14 €) - Aunque no noté la vainilla, estaban muy sabrosas.

- Nigiri de atún rojo Balfegó con topping de gratín de mayonesa de wasabi y picada de ajíes (4 €) - Un poco grandes para comer de un bocado, pero muy buenos.

- Futomaki de salmón y langostino crujiente (19 €) - Me sobró el topping de acelga frita.

- Maki de tartar de bonito (16 €) - Dio la casualidad que nuestra visita coincidió con unas jornadas del bonito, por lo que la carta incluía varios platos con este pescado. Nosotros elegimos este, que además llevaba aguacate, queso crema, pepino encurtido y alga wakame. Deliciosos.

Para beber, 3 refrescos (2,80 €/ud), una caña (3,10 €) y un cortado (1,70 €).

Me pareció una buena opción para salir de la cocina local tradicional.