Buscábamos una taberna de la cual habíamos leído buenas valoraciones y acabamos aquí que no era nuestra idea inicial. El portal de búsqueda más famoso del mundo nos trajo aquí. Nuestra idea era visitar la taberna Meloxeira pero, al final, reservamos y cenamos en este otro restaurante de la misma propiedad, parece ser. ¿La diferencia? Carta diferente, ambiente mucho más distinguido, mejor emplazamiento y, por consiguiente, precios más altos. Pero, al final, una buena experiencia.

Llegamos al atardecer y quedamos como atontados ante la visión de esta magnífica terraza: estupendas vistas, mesas elegantemente vestidas, abundante vegetación, iluminación íntima… una maravilla. Aconsejo visitarlo en verano a esas horas.

Carta marina no demasiado extensa dividida en varios apartados entrantes, arroces y pescados. Degustamos.

- Ceviche de carabinero con su cabeza a la brasa.

- Pulpo a la brasa.

- Gamba blanca de Huelva.

- Almejas a la marinera.

- Torrija.

Todo lo que comimos nos gustó aunque no nos acabó de encajar la vajilla utilizada y las presentaciones de algunos pases, impropias de la categoría del local y de los precios de la carta. No ojeé la carta de vinos. Pasamos la noche con algunas cervezas y el vino por copas que nos sirvió el personal. Todas las personas que nos sirvieron estuvieron amables, cercanas y muy resolutivas (téngase en cuenta que la terraza albergaba un número considerable de comensales).