En el bonito municipio de Firgas y en el barrio de La Caldera se encuentra este restaurante asador y con planteamientos uruguayos con una amable camarera italiana que tiene más acento canario que algunos lugareños.

Local típico de población de interior lleno de lugareños y que nos sirve para hacer un cambio de tercio y desintoxicarse de tanto omega 3. Mesas y sillas de madera amplias, cómodas, algo juntas porque el local acaba llenándose. Copas, vajillas de batalla y manteles de papel.

Para beber descartamos los clásicos Riojas que nos proponen y arriesgamos a un vino canario Caldera del Monte tinto de uvas de pie franco del barranco de Bandama (Santa Brígida) que cumplió; también una caña de presión, agua sin gas Aquaviva.

Para comer:

. pan con mantequilla casera: lleva ajo y perejil, tanto pan con la mantequilla mejor de la media y en este caso sí preguntaron si lo queríamos.

. morcilla dulce de Teror: solo para fans de la morcilla ya que viene cargada de canela y con un punto dulce que contrasta con lo que esperas y más aún dado su tamaño que haría difícil meterla en un bocadillo. A conocer.

. chorizo a modo de chistorra: buen embutido sin más que aportar.

. queso frito con mermelada: el mejor que probamos en el viaje, amplia ración, cubierta crujiente como si viniera de freidora de aire y un interior meloso y con un sabor de queso notable. Muy bien.

. plato de ropa vieja: llamaba la atención que había en todas las mesas; clásico plato de restos de cocido frito nada aceitoso y con buenos ingredientes. Notable.

. bife ancho x 2: uno acompañado de papas arrugadas y el otro con papas salteadas; la carne de muy buena calidad, al punto, pieza para compartir entre dos, muy bien pasada por el grill. Recomendable.

. postres: mousse de gofio, polvito uruguayo y postre de la casa (suspiro): todos claramente caseros, casi en el mismo tipo de recipiente y con mucho nexo común en la preparación. El primero prescindible; el segundo y el tercero solo se diferencian por la presencia o no (el de la casa) de un correcto dulce de leche, tan sudamericano; ambos rematan con merengue. Hay que probarlo al menos una vez porque está por todas partes.

No hubo cafés ni sobremesa porque el horario de hoy vamos muy retrasados y queda mucho por visitar. Imprescindible acercarse a Firgas.