La Vall del Pop es un bonito valle en el interior de la comarca de la Marina Alta que discurre junto al río Gorgos y que disfruta de un clima muy bondadoso: soleado y cálido en el invierno y un tanto más fresco que en la franja costera durante el verano. Esto ha motivado que, desde hace ya unas cuantas décadas, muchos ciudadanos europeos de avanzada edad fijen su residencia en estas tierras y que, hoy en día, muchos de ellos y de sus descendientes habiten en las poblaciones y urbanizaciones de la zona. Y, como consecuencia de ello, proliferaron muchos restaurantes en el valle que han subsistido prácticamente gracias a ellos. Aromas es uno de esos sitios en los que, al entrar, dudas entre si realmente estás en territorio español.

El local ocupa prácticamente la totalidad de una antigua casa de campo al pie de la carretera que une las poblaciones de Xaló i Benissa. Para los habitantes de la comarca más mayores, el restaurante se ubica donde antes se hallaba la Venta Roja. Encontramos amplios salones decorados con gusto y con un estilo rústico mediterráneo muy marcado. El ambiente es muy acogedor. Tienen una terraza que tiene muy buena pinta pero que todavía no se abre en el turno de cenas.

Se puede elegir a la carta y también existen tres menús: mediodía, noche y degustación. Nosotros elegimos el "menú noche" (29,00 €): dos entrantes fijos en formato individual y un segundo a elegir entre tres propuestas. En nuestro caso los entrantes fueron burrata con tomate en texturas y taco de cerdo ibérico y, como principal, yo pedí el magret de pato con chutney de nísperos. Los tres platos ilustran perfectamente la filosofía imperante en las cocinas de Aromas: comida global, con claras influencias internacionales, presentaciones llamativas, mucho juego dulce-salado en sus propuestas, notas picantes en varios platos… Todo ello resuelto con holgura por parte del equipo de cocina. No cenamos nada mal.

La carta de vinos reúne varias referencias “de rodaje” bastante conocidas a precios correctos y un apartado final con algunos vinos que se cosechan o vinifican en el mismo valle como, por ejemplo, gran parte de los que elabora Pepe Mendoza en su bodega Casa Agrícola muy cercana al restaurante. Tomamos el tinto más básico que hacen.