Prácticamente al lado del restaurante Allende 22º (valorado anteriormente en este mismo portal), se sitúa este restaurante con una inspiración muy marcada en la gastronomía de Euskadi, circunstancia ésta que queda bastante clara sólo con leer el nombre del establecimiento y que se confirma al ojear la carta del mismo: pinchos, verduras, pescados y carnes. Desentona un tanto la paella de marisco, propuesta cuasi inevitable para atraer al turista internacional, intuyo.

Terraza amplia y elegante en la que “chirrían” un tanto los paneles luminosos que hay junto a la entrada con las propuestas de la carta y las fotografías correspondientes, pero que actúan como reclamo necesario para la numerosa clientela extranjera que deambula por las calles de este popular municipio de Gran Canaria. Una imagen vale más que mil palabras.

Estuvimos en el local en horario de cenas y, como llegamos con no excesiva hambre, optamos por compartir un pulpo a la brasa como entrante y una chuleta de vaca (500 gramos) como principal. Ejecución impecable en uno y otro y buena presentación y cantidad en ambos. Quedamos gratamente sorprendidos con las patatas de guarnición en uno y otro plato: arrugás con mojo en el primero y fritas caseras con la carne. Se intuye buena mano en la cocina. Carta de vinos de corte muy tradicional. Elegimos La Zarzuela (DO Ribera del Duero).

El servicio estuvo muy cercano y eficaz durante la cena, cosa habitual en la mayoría de locales en los que hemos estado en la isla en estas vacaciones.