En el inicio del Cabanyal y por tanto difícil de aparcar, se sitúa este pequeño local de bocadillos y tapas (incluso hasta medio día -no hay cenas-) con el sello personal de Rakel ya que aquí no hay tortilla de patatas sino mezcla de ingredientes arriesgada pero muy interesante y con una muy buena calidad de producto. Si a eso le añades que el relleno de los bocadillos es hasta decir basta... pues hay que reservar si te quieres sentar.
El local es muy pequeño en forma de J a la izquierda de la entrada dejando la barra a la derecha. Mesas y decoración de ambiente marinero o playero; unas cuantas mesas en la acera completan el aforo.
El servicio del exterior joven, amable y eficaz. Siempre se llena a partir de las 10 con lo que la salida de cocina se lentifica algo más de lo deseable pero es que los bocadillos se hacen al momento y bajo petición con lo que puedes pasar demasiada envidia de ver las mesas cercanas.
El gasto consiste en la bebida, fueron todo cañas de cerveza, un pequeño platillo con cacahuetes con corteza y otro igual de aceitunas de calidad básica ambos y uno solo para 5 comensales (lo mismo que en mesas de 2) que es algo que nunca entenderé y más si se va a tardar en llegar los bocadillos.
Grupo de amigos del colegio fieles devotos del "esmorzar", en esta ocasión cinco, y que tras leer la carta estás lleno de dudas pensando que hay que volver porque se quedan buenas opciones por el camino. Lamentablemente no me acordé de pedir una tapa que hubiera aligerado la espera porque el morro, los torreznos y la oreja en salsa picante hay que probarlas. Lo pedido:
. el bravero: lomo, patatas, 2 huevos fritos y salsa bravera: referido como muy bueno.
. brascada de potro: carne de potro, tomate rallado, cebolla pochada y jamón serrano añadido de huevos fritos: referido como muy bueno.
. salmón ahumado, aguacate, queso crema, mezclum y tomate x 2: referido como "nos hemos equivocado", no porque estuviera malo sino al ver los nuestros. Han prometido volver.
. cachopo de carne de caballo y jamón con patatas crema de Gorgonzola y huevos fritos: ¡brutal! Algo que hay que probar al menos una vez en la vida. Todo excelente producto, en su punto de fritura (nada pesado) y con una crema que aporta y un relate de un par huevos fritos en su punto. Problema: difícil de que quepa en la boca para morder y cuando lo consigues o rebosa huevo o rebosa crema. Pero está tan bueno..... Excelente
El pan me queda poco cocido y eso con tanta mezcla y salsa lo deja algo blando aunque una buena miga es capaz de poder conseguir que no te manches a base de gastar un paquete de servilletas.
Para rematar tiene un cremaet especial llamado "cremaet asiático" que se trata del conocido cremaet pero con base de leche condensada y rematado con crema de leche junto con la canela. Imprescindible conocerlo.
La sobremesa se acorta porque ves gente de pie esperando que te levantes, pero como Mc Arthur: "volveremos".
cachopo
brascada
bravero
asiatico
carta
entrada
Muy buen descubrimiento. Ese cachopo te conquistó, pero que difícil de comer...Enhorabuena por el disfrute.
Saludos
Bay una foto con la carta de almuerzos y sus precios.
Saludos
Tengo buenos exploradores.
Saludos
A este le tengo echado el ojo de hace tiempo, pero no ha habido manera, siempre lleno.
Intentaré seguir tu consejo de reservar.
Imprescindible. Y merece mucho la pena.
Saludos
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