El Kromatiko, situado junto al centro histórico de Vitoria-Gasteiz, es un restaurante que propone una cocina, llamémosla de fusión o mestiza, con ciertas raíces en la cocina tradicional vasca, utilizando productos del país. y muy influenciada por la cocina internacional principalmente asiática y sudamericana . Posee un sol Repsol desde el 2021.
El restaurante, que se creó durante la pandemia, presenta dos ambientes distintos, uno junto a la entrada, en la barra y otro en un pequeño comedor adyacente separado por una vidriera, que es donde nos situaron. Su cocina está pensada para compartir.
Decoración minimalista, mesas desnudas, con sets de mesa individuales, bien separadas las unas de las otras, vajilla y cubertería contemporánea, copas correctas aunque mejorables. Servicio de sala agradable, sin mas. El del vino no puedo juzgarlo pues tomamos vino por copas. Si no recuerdo mal la carta de vinos me pareció bastante corta.
Pasó a detallar sin mas preámbulos, la que fue nuestra cena :
Compartimos todos los platos :
Primeramente nos sirvieron un aperitivo de txistorra. Bueno
Siguieron :
Croquetas de Txuleta madurada. Una por persona. Buen sabor, crujientes por fuera y bien cremosas en su interior pero algo aceitosas.
Mejillones picantes al estilo Thai. Buenos mejillones de roca, aunque muy picantes. Antes de elegir el plato, entre el escogido o en su versión a la brasa, le preguntamos a la camarera si eran muy picantes a lo que nos respondió que muy ligeramente... Amante como soy del "rock and roll" gustativo en los productos picantes puedo decir que no pudimos terminarnos los mejillones ya que si lo hacíamos íbamos a tener muchas posibilidades de sacar fuego por la boca como cualquier dragón que se precie. Tal vez esa noche se le escapó la mano al cocinero.
Donostiarran Chili crab con tortilla de camarones de Huelva. Buena preparación del chili crab, lastima que las tortillas estaban algo aceitosas y poco sápidas.
Katsu Sandu de atun rojo salvaje de almadraba con caviar, piparras y mostaza. No acabó de convencernos el sandwich japonés de carne transplantado al atún , pero para gustos colores.
El pan que acompañó la cena, de masa madre, fue bueno.
Para beber tomamos 2 copas de Astobiza Txakoli (Ondarrabi Zuri al 90% y Ondarrabi Zuri Zerratie al 10%) y otra copa de vino blanco que no recuerdo la marca. Vinos jóvenes que maridaron bien con la cena.
Finalizamos con un solo café.
La cuenta ascendió a 45,30 €/persona. RCP correcta. No elegimos el restaurante que imaginábamos y pienso pues que no tentaremos de nuevo la experiencia en una próxima visita a Vitoria-Gasteiz, donde aun nos quedan muchos restaurantes por visitar.
Aperitivo : Txistorra
Croquetas de Txuleta madurada
Mejillones picantes al estilo Thai
Donostiarran Chili crab con tortilla de camarones de Huelva
Katsu Sandu de atun rojo salvaje de almadraba con caviar, piparras y mostaza
Muy buena decisión.
Saludos
Desgraciadamente, no. La prueba.
Saludos
Fue un buen calentamiento sobre todo con el picante de los mejillones ;-)
Un fuerte abrazo
Pues eso, debimos coger un mal día...
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