El 14 de julio al mediodía fuimos a comer al restaurante Les Voltes de Calella by Es Portal,(véase situación en la foto) situado al borde del mar en el Port Bo del magnifico pueblo de Calella de Palafrugell.

No habíamos reservado, pero tuvimos suerte, porque el restaurante estaba lleno... nos ubicaron en una mesa de la terraza bajo las arcadas (voltes) donde el calor era bien soportable.

El restaurante pertenece al Chef Joan Carles Sanchez propietario del grupo Es Portal, quien asesora la propuesta del restaurante. Hablaré mas a fondo del Chef en dos de mis próximas crónicas ya que estuvimos alojados en su hotel y cenamos en su restaurante gastronómico. Si no me equivocó el actual restaurante Les Voltes entró a formar parte del grupo Es Portal en el año 2019, justo antes de la aparición de la pandemia y tras haber efectuado reformas.

La cocina, ininterrumpida desde las 10h30 a las 00h00 comprende desde los esmorzars de forquilla (almuerzos de tenedor) hasta la comida y cena tradicionales, pasando por la comida entre horas, tapas... . La cocina es empordanesa, de mercado y de producto.

El servicio fue muy lento, desde que nos colocaron en nuestra mesa, hasta que vinieron a tomarnos nota pasaron una veintena de minutos, eso si entretanto nos trajeron la carta y un pequeño aperitivo (unas buenas olivas variadas y una especie de chips )

Y desde el momento en que elegimos los platos que íbamos a tomar y el servicio, pasó casi media hora mas.

Optamos por compartir los siguientes platos  :

Fregida de sonsos de Sa Riera enfarinats. Fritura de lanzones de Sa Riera enharinados

Gambetes vermelles de Palamos  saltejades amb all i julivert. Gambitas rojas de Palamos salteadas con ajo y perejil.

Musclos de "bouchot" al vapor amb refregit d'all i bitxo. Mejillones de bouchot al vapor con refrito de ajo y guindilla.

Patates braves "Les Voltes". Patatasa bravas "Les Voltes"

El problema fue que nos los sirvieron todos al mismo tiempo, curiosa ocurrencia,  lo que se tradujo en que algunos platos los comimos fuera de temperatura.

Todos los platos, a la excepción de las patatas bravas, que para mi gusto no hubiese merecido la pena pedirlas, pues fueron totalmente banales, estuvieron de buenos a muy buenos...

Los lanzones, fresquísimos, hubiesen estado algo mejores un poco mas crujientes y lógicamente algo mas calientes.

Los mejillones de bouchot, excelentes y se mantuvieron a la buena temperatura

Las gambitas de Palamós, fresquísimas, en su punto perfecto de cocción y riquísimas.

Para beber tomamos una botella de agua de 1/2 litro, y dos cañas de barril.

Finalizamos con dos cafés.

La cuenta ascendió a 34,90 €/persona . Buena RCP. Difícil de clasificar una cocina intrínsicamente cuando viene perturbada por un servicio mediocre. Será debido a la falta de rodaje... a la temporada alta ?? Francamente la cocina en si misma me parece que podría ser interesante y además en un marco extraordinario. Habrá que volver el próximo año para ver la evolución. Por el momento no lo recomiendo.

En esta ocasión,  no he puntuado cada servicio, dada la dificultad con la que me encuentro para obtener con el calculo medio, que efectua automáticamente Verema, la puntuación media que quiero otorgarle, por lo que le daré una nota media de 6, teniendo en cuenta su ubicación extraordinaria, la buena proyección de su cocina y su buena RCP.