Triana y er Betis

Local situado al salir del puente de Triana en una peatonal travesera por lo que disfruta de algunas mesas en la calle y una inmensa competencia de locales uno al lado de otro para conquistar la ingente masa de turistas que por allí circula. Tine forma de tubo con mesas altas a la entrada y un pequeño desahogo a la izquierda tras unas columnas para unas estrechas mesas con asientos en banco de la pared que fue donde nos ubicamos después de sortear los muchos seguidores béticos que allí se citaron.

El servicio en un día complicado salió airoso, al igual que el ritmo de salida de platos de la cocina. Impensable, por imposibilidad física, que el servicio del vino fuera distinto del descorche y botella en mesa. Mesa sin mantel, servilletas de papel, vajilla aceptable, emplatado básico; aquí lo importante es el producto y su preparación simple para que resalte.

Empezamos con cervezas de presión, seguimos con un verdejo sencillo Orofiel 2019 y pasamos a mayores con un buen cava Gramona Imperial 2016. En la carta de vinos solo un vino andaluz y los otros 9 entre Rioja y Ribera; hay unos pocos más blancos con demasiadas opciones dulces y algún rosado y espumoso, casi todos de bodegas básicas. Casi todos por debajo de 20€ lo que denota el cliente que asiste que no es seguidor de Baco. No es su guerra.

Sin embargo en el ámbito sólido tiene buen producto tanto en entrantes como del mar y de carnes más unos pocos postres caseros. Este sí que es su fuerte. Tomamos en platos compartidos al centro (salvo la carne y el postre) con buenas raciones:

. jamón ibérico DO Dehesa de Extremadura: muy bueno, algo seco; recien cortado, sabroso, sin casi grasa. Notable.

. queso viejo de oveja: buen punto de curado, potente, sabroso. Notable.

. salchichón ibérico: muy sabroso, perfecto de curación. Recomendable.

. gamba blanca: tamaño medio, jugosa, bien de sabor aunque poco potente comparada con la gamba roja del Mediterráneo. Bien.

. langostinos de Sanlúcar: buen tamaño, jugosos, carnosos, sabrosos. Muy bien.

. pescaditos fritos: la verdad es que sorprendió ver que mayoritariamente había lenguados que estaban de escándalo; el resto de fritura con boquerones, cazón, rabas.. cumplía bien. Recomendable si lleva lenguados.

. guiso de rabo de toro: tierno, sabroso, bien guisado y unas patatas panaderas en la base de complemento. Bien.

. torrija de pan brioche con helado de dulce de leche: buen punto de dulzor sin saturar; la textura de la torrija me pareció demasiado poco consistente, demasiado lechosa. Bien.

Hubo cafés con y sin alcohol y copas durante la sobremesa que se alargó por la lluvia que, en Sevilla es una maravilla, menos cuando vas de turismo.