Auténtico

Muy cerca de la Cartuja, en el mismo casco histórico de la bonita Valldemossa, se encuentra este pequeño y acogedor restaurante “Quita Penas”, situado en una casa típica mallorquina que cuenta con más de trescientos años de historia, desde inicios de 1900 hasta 1978 fue el principal colmado del pueblo, atendido por su dueño el famoso “Tío” Jordi y su familia, con el nombre de “Can Jordi”……. Desde aquellas épocas se mantuvo cerrado hasta 2019 en donde ha vuelto a la vida a través del “Quita Penas”, esta vez como restaurante especializado en Pa amb Oli y productos regionales gourmet, continuando con la esencia de la tradición gastronómica mallorquina.

El local es una casa y como tal con distribución de pequeñas salas que hacen de comedores separados, con mesas y sillas de alto respaldo de madera: la barra y zona de preparación de platos a la izquierda y una pequeña terraza exterior al fondo que debió ser el antiguo corral. Desde cocina el ritmo de salida es adecuado y el servicio en las mesas fue bueno en gereal y especialmente cuando se quedó el responsable del local.

Pa amb Oli significa pan con aceite y es un buen pan tostado, suavemente frotado con ajo, tomates locales “de ramallet” y aceite de oliva hecho en la Sierra de Tramuntana. Fue documentado por primera vez en el siglo XVIII por el fraile mallorquín Jaume Josep Bernat Marti i Oliver y desde entonces se han creado infinitas versiones y aquí se ofrece como única opción gastronómica más la variante vegana que puede ser complementaria; son tabla para dos persona (4 pambolis), tabla XXL para tres (6 pambolis) pudiendo variar su composición prevista con la parte vegana. Tiene además la opción de picoteo con plato de jamón o con lomo (más opción vegana) y la opción de dulce final con 2 postres. En cualquier caso sin opción de cocinar con fuego.

Optamos por compartir cada pareja una tabla tradicional de pambolis y un postre diferente:

. pamboli de sobrasada con miel e higos: perfecto caliente con el higo loncheado coronando el pan, buena materia prima y presentación muy cuidada; buen contraste de sabores. El mejor.

. pamboli de fuet: buena calidad del fuet (salami) y aquí se nota la calidad del tomate y aceite de base. Bien

. pamboli de camaiot: fiambre de cerdo, una especia de morcón murciano. Muy bueno.

. pamboli de alcachofas y crema de pimiento rojo: bien hecho, calentado y eso lo mejoró. Bien.

En l a otra tabla se cambió la alcachofa por pamboli de queso mahonés con pimientos y pasta de oliva negra e hinojo salvaje y referido como notable.

. flan d´ou (flan de huevo): casero, bien gustoso, acompañado de almendras tostadas, gotas de chocolate y un barquillo Galindo. Recomendable.

La otra opción de postre fue la tarta del día una especia de pastelito cubierto de almendra picada de buen sabor.

Agua de Font Major y un vino de Son Caules Negre 2016 más un par de cervezas fueron la parte líquida del ágape. La carta de vinos, en realidad de bebidas tiene más refrescos que vinos (tan solo 5 marcas en total) con 3 locales en versión uva blanca y tinta; se agradece ver que hayan botellas mini (20 cl) en lugar de copas, entre las otras posibilidades destaca una cerveza propia estilo Indian Pale cítrica y otra artesana mallorquina. El servicio se limitó a descorche, dar a catar y dejarlo en la mesa con unas copas bastante impresentables para disfrutar del vino.

No hay cafés pero nos ofrecen unos chupitos de la bebida local, palo mallorquín, que se agradecieron; además tienes la opción de llevarte gran variedad de souvenirs y las sobrasadas son el mejor candidato.

Un local distinto con una cocina distinta, propia de las antiguas casas payesas donde, cuando llegan invitados inesperados, se saca pan, se tuesta y se prepara poniendo encima lo que hay en la nevera; a eso le añades que vas a la bodega al grito de abre-un-vinito, y ya tienes la comida y bebida preparada.

 

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Joan Thomas

    Interesante opción gastronómica. nada mas simple que un "pa amb oli" y que rico que está... Por lo que leo, fue una buena experiencia bastante distinta de las habituales. La única pega, tal vez fue el servicio del vino en general,no ? Ah y eso de ir a la bodega al grito de abre-un-vinito me parece un brillante colofón para tu crónica.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Y colofón también para el viaje.
    Saludos

  3. #3

    Joan Thomas

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Buen periplo.
    Saludos

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