Después de haber oído bastantes cosas nos animamos a comer en este Restaurante, y nos decantamos por el menú arroz (una picadita, dos entrantes, un arroz, un postre y dos copas de vino -en principio uno blanco y otro tinto pero por la comida decidimos dos blancos- por 32€).
Nos sorprendió ya la recepción del aperitivo, muy bien presentado y sabroso, aunque difícil averiguar qué era y nadie nos lo dijo (tampoco preguntamos). De entrantes una clóchinas muy sabrosas y un salmorejo bien presentado y sabroso. El arroz muy bueno y en su punto, un arroz a banda, y de postre un tiramisú con helado de café (el helado por cierto en el punto perfecto a punto de derretirse pero sin hacerlo y no congelado).
Buena atención en un salón acondicionado (algo no habitual tan pegado en la playa), con separación correcta entre las mesas y con todo bien presentado.