Restaurante para doce comensales en una calle cercana a la plaza de Sants. Decoración minimalista a tope. Solo éramos seis comensales para comer ese día, dos mesas. Lo lleva un matrimonio solo, sin ayuda: ella en la sala y él en la cocina. Ambiente un tanto desangelado. Servicio profesional, aunque algo distante para mi gusto. Sin manteles. Servilletas de tela. Buen menaje. Únicamente sirven menú, que no conoces hasta que te traen el plato a la mesa. Tampoco te lo dan al final de la comida, por lo que pondré lo que recuerdo de los platos, que no es mucho.

Me permitieron llevar el vino de casa advirtiéndome que me cobrarían el descorche. No pregunté cuánto. Gran error. Me cobraron 19 € por botella. Según me dijo la camarera, el precio del vino más barato de la casa. Insistió en servirnos el vino, lo que provocó que me pasase más tiempo con la copa vacía que llena. 38 € por unas copas peores que las que tengo en casa y un servicio deficiente.

Servicio de once pases:

- Del primero recuerdo que había que comérselo con la boca y que llevaba foie. Divertido si cursas primaria.

- Del segundo, ni idea...

- Del tercero, recuerdo un curiosísimo helado de humo que realmente sabía mucho a humo.

- El cuarto era un trampantojo, su versión de una ensalada. El pedúnculo es de adorno.

- Del quinto recuerdo que el caldo nos encantó. Potente, potente...

- El siguiente, una incógnita...pero la vajilla nos encantó.

- Y otro del que únicamente recuerdo la salsita, muy sabrosa.

- Y llegaron los "donuts" como octavo plato. Recuerdo que comentamos que ya podrían venderlos en el super, en vez de esas... En fin, que nos parecieron excelentes, a pesar de que no recuerdo de que eran ni a qué sabían, ni las rosquillas ni la salsa.

- El último pase salado creo recordar que era cochinillo. Seco.

- Aprovecharon el prepostre para poner unas velas, ya que celebramos el cumpleaños de mi hija. Si no es por la foto, ni me acuerdo.

- Y acabamos con otro trampantojo, que me pareció algo insípido.

Por 59 €, nos pareció un muy buen precio. Completaron la cuenta el descorche de dos botellas de vino (38 €) y cuatro botellas de agua Numen de 0,5 l. (3,20€/ud.).

Mucha técnica, aunque eché en falta algo de textura. La mayoría de los platos parecían de dieta blanda.

Salvo por el tema del vino, salimos contentos. ¿Repetiremos? Igual cuando se me olvide lo que me cobraron por el descorche y el tiempo que estuve esperando a que me rellenasen la copa.