Restaurante relativamente joven capitaneado por Xavi Alba preveniente del añorado Tickets y del grupo El Barri. Alejado del centro de Barcelona con la dificultad añadida que no tiene aparcamiento fácil si vas en coche particular. Un viernes noche, con lleno en la planta baja y medio aforo en la planta superior. Desconozco si era por la limitación de aforos en el interior. terraza vacía.
Compartimos una ensaladilla rusa con patatas paja, croquetas de jamón, un excepcional cazón en adobo, unas sabrosas albóndigas con sepia y un parmentier de patatas con camagrocs. De postre una torrija que nos decepcionó. Me gustan las torrijas clásicas de aprovechamiento, con pan duro mojado con leche y huevos, frito y azucarado (las mejores en MalaHerba de L'Armentera). Éstas llevaban chocolate.
Me encantan estos restaurantes poco formales pero con gran cocina, buen servicio y de platillos / tapeo compartido aún mejor. Cenamos muy bien. Alta cocina a precios asequibles. Y volveremos seguro a pesar de la dificultad para aparcar (el taxi es una buena solución).
Para próximas ocasiones probaremos sus propuestas cocinadas en un horno Josper, a la vista.
A la entrada nos solicitaron el pasaporte COVID.