Tras haber leído diferentes comentarios en la red y sobre todo el publicado por Galenus en Verema, decidimos ir a conocer el restaurante Aimia, galardonado con un Bib Gourmand por la guia Michelin, y situado en el centro de Lleida, a pocos minutos a pie del hotel donde nos alojábamos.

Habíamos reservado mesa con antelación para cenar el jueves 21 de abril a las 20h30.  Cuando entras al restaurante te encuentras con un pequeño hall y una sala en forma de L, con la cocina y la barra a la izquierda y diferentes mesas situadas a la derecha junto a las ventanas del local y otras que siguen dando forma a la letra precitada. La decoración es minimalista. Las mesas y las sillas son de diseño. Las primeras están bien vestidas, con buenos manteles, buena vajilla y cubertería y buenas copas Riedel , bien separadas las unas de las otras, las segundas son cómodas. Esa noche solo se ocuparon dos mesas de las 10 aproximadamente de que dispone el restaurante.

Nos situaron en una mesa casi enfrente de la barra, donde se puede comer en primera línea, y desde donde veíamos al Chef Jordi Pallàs preparar ciertos platos. Su cocina, aunque enraizada en la tradición, es moderna, con toques de fusión y sobre todo tiene mucha personalidad.

El servicio de sala fue bueno, cercano, amable y profesional. El servicio del vino fue bueno, presentación de la botella, descorche y primera cata. (La puntuación que aparece en el servicio del vino, que deberia ser de 7, aparece aumentada para obtener la valoracion media deseada) La carta de vinos consta de unas sesenta referencias.

Como bien explican ellos mismos, su filosofía no es la de ofrecer la carta tradicional, si no mas bien de compartir diferentes medias raciones para poder hacerse una idea mas precisa de su oferta gastronómica.

Proponen 2 menús, uno corto y uno largo y la citada carta, por la que optamos.

Primeramente  tomamos :

Croquetes de calamar i llonganissa amb foie. Croquetas de calamar y longaniza con foie (Una/persona), crujientes por fuera y untuosas en su interior. Muy buenas

Croquetes de gamba al curri vermell. Croquetas de gamba al curry rojo (Una/persona) Como las anteriores, pero mas intensas de sabor. Deliciosas.

Siguieron para compartir :

Cargols al llampec (1/2 ració) Caracoles al "Llampec". acompañados de un tarrito de alioli , que nos precisaron que era para el caso de que no los encontrásemos suficientemente fuertes. Hacia mucho tiempo que no habíamos comido caracoles y fue un antojo el poder degustarlos, Estaban de maravilla, llenos de rock and roll, sin necesidad de añadirles alioli. Daban ganas de pedir media ración mas, pero fuimos sensatos y  conscientes de que aun nos quedaban por degustar tres platos y los postres...

Sashimi de vieires amb emulsió de guaiaba i oli de cacau. Sashimi de vieiras con emulsion de guayaba y aceite de cacaco. Riquisimo.

"Tiradito" de corbina amb "leche de tigre" de pinya i fonoll. "Tiradito de corvina con leche de tigre de piña e hinojo. Que placer para las papilas  gustativas.

Arròs a la llauna de vieira, carxofes i cresta de gall. Arroz a "la llauna" de vieira, alcachofas y cresta de gallo. Lo encontramos verdaderamente en su punto y muy gustoso.

El pan que acompaño la parte salada fue bueno.

(Las siguientes fotos por imperativos técnicos de Verema parecerán en el primer comentario)

Como postres tomamos cada uno un postre diferente :

Toffee de pera de Lleida al cafè i gelat de llet d'ovella al romani. Toffee de pera de Lleida al café y helado de leche de oveja al romero

Borratxo al whisky fumat, castanya confitada i gelat de carquinyolis.  Borracho al whisky ahumado, castaña confitada y helado de carquiñolis

Ambos deliciosos.

Para beber tomamos una botella grande de agua osmotizada y una botella de vino blanco Mas d'en Compte DOQ Priorat 2016 Celler Cal Pla (Porrera). Cepajes : Garnatxa blanca 50%, Xarel-lo 25 % y Picapoll blanco 25%. Vendimia manual. Maceración de un dia con las pieles, fermentación y crianza con sus lias en barricas nuevas de roble francés (70%) y americano (30%) durante 7 meses. Color amarillo brillante con cuerpo, elegante, cremoso, muy mineral y muy bien estructurado con un largo final. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 48,20 €/persona. Muy buena RCP. Buen disfrute con una cocina bien elaborada que entremezcla tradición y modernidad. Recomendable. Cuando tengamos la oportunidad de volver a Lleida, volveremos a visitarles.

Conocíamos Aimia por ser un Bib Gourmand y en un par de ocasiones, volviendo del norte, entramos en Lleida para comer. Siempre acertamos con los platos escogidos. Por este motivo y por celebrar la entrada de 2022 en Lleida reservamos mesa para cenar la noche del 30.

Me sorprende que no tenga comentarios en Verema.
Un acierto las sabrosas y gustosas croquetas de jamón y de gambas, ambas bien rebozadas y el bao de pollo de corral rico de sabor. También apetecible la torrija con helado de yogurt. No acertamos un segundo compartido, los fetuccini con sobrasada, berberechos y queso. Encontramos la pasta como recalentada, escasa la sobrasada y fríos y salados los berberechos. 
Nos acompañó un Dido "La Universal" que nunca falla.
A pesar de pinchar en un plato volveremos cuando tengamos ocasión. La carta es muy atractiva, la propuesta de vinos interesante y la relación calidad-precio buena.