Local en la zona antigua de la ciudad de pequeño tamaño y forma algo tubular en su entrada con la barra y cocina a la izquierda y mesas a la derecha con decoración con mucha presencia de color negro, libros abiertos colgados de la pared, ambiente joven. como el servicio y la cocina.

Mesas con mantel individual de papel, cubiertos, copas y platos al uso en locales de barrio. Eficacia en el servicio y rapidez de salida desde cocina en un local a medio gas por la tardia hora. Carta de comidas y almuerzos en fotos. No pedimos carta de vinos pues vamos al clásico vino (Soca 2020), descorchado en mesa y sin racionar, con gaseosa acompañando el esmorzar popular.

El pan muy destacable crujiente, miga ajustada y esponjosa; tamaños pequeño (14 cm), medio (25 cm) y XL de barra entera, nos quedamos con el medio pero apetecía el de barra entera. El relleno correcto sin excesos. Se facilitaron pequeñas variaciones sobre lo previsto con un bocadillo partido en dos ingredientes. El "gasto" escaso en cacahuetes con corteza y aceitunas. Lo elegido:

. secreto con habas: troceado en dados, jugoso, buena textura y buena compañía de unas tiernas habas guisadas.

. secreto y pato con cebolla caramelizada: al que se añaden unas patatas fritas a posteriori: buena textura del secreto y el pato muy jugoso al que complementa perfectamente la cebolla pochada. Muy recomendable.

. cremaet x 2: perfectamente hechos, algo dulce sin excesos y servidos un poco fríos.

Un agradable local en el barrio del Carmen y con buenas maneras en cocina.