Otra visita

Esta vez un almuerzo entre semana, aunque tuvo que ser a la carta porque no tenían menú.

Sólo 3 mesas ocupadas en el interior y un par de grupos en la terraza. Sólo un camarero, pero nos ofreció un buen servicio.

Nos pusieron unas aceitunas ricas mientras esperábamos el primero, que compartimos, una ensalada de ventresca de atún fresca y ligera.

De segundo pedimos un arroz negro con calamares para dos, también muy bueno, aunque un pelín enganchado en algunos trozos. Dio para 3 raciones.

Para beber, una botella de Recaredo Terrers 2017.

Habrá que volver para probar el menú :-)