Excelente opción para degustar la cocina típica riojana con toques innovadores de la mano de Daoiz Ibáñez. Hicimos un picoteo alternando pochas con chorizo, corazones de alcachofas con jamón, acelgas con revoltillo de setas, mejillones tigres, croquetas de queso y un sinfín más de perdiciones. De segundo cualquiera de los platos, en especial la carne son un auténtico disfrute de materia prima bien elaborada: chuletón de kilo a la brasa o carrilleras de ternera en salsa fueron nuestras elecciones. De postres las típicas peras al vino o la cuajada con miel y nueces hacen tocar el cielo.
El vino servido en copa de vidrio, aceptable pero mejorable, cayeron 6 botellas de RODA I (36,00 €/botella) conservado en cueva de más de 300 años! (parece ser que bajo Haro están las catacumbas!)
El pan perfecto y con una botella de DAURO al lado... se me saltan las lágrimas!
En resumen: honestos, sinceros, profesionales y muy pero que muy majos, volveré seguro!