Bar-Restaurante, local sin ningún atractivo, pensabamos en un menú

Bar-Restaurante, local sin ningún atractivo, pensabamos en un menú maridaje que marca su carta de la calle o alguno otro plato de cocina actual, gran decepción, nos sentaron en un lateral de la barra, no nos dieron carta, nos cantaron lo que podían ofrecer tomamos unas entradas, pulpo al horno muy tierno, almejas italianas, una bandeja de jamón serrano (no ibérico)con almendras fritas y unos "trozos" de queso decepcionantes, de segundo bandeja para compartir de gallo pedro con salmonetes.
Una tarta de chocolate excesivamente dulce y pesada.
El servicio, malo y escaso, a pesar del interés de la persona que nos atendía, aparecía y salía “escopetado” dejando las frases a medias.
El servicio del vino deja mucho que desear, no por las referencias, priman de la tierra, servidos a su temperatura y a unos precios correctos en su mayoría, para las 2 primeras botellas de vino que tomamos nos recito lo que tenia (pensabamos que no tenían carta de vino) tomamos un blanco Riesling Barzen 2006, servido en copa de agua, Beryna 2004 y solicitamos unas copas adecuadas, el Casa Cisca lo elegimos de la carta para terminar el vino nos sirvió una ración de queso Gouda con membrillo (este ultimo muy reseco), mal servicio, a pesar del interes del camarero.
RCP bien.
El desplazamiento desde nuestro lugar aquí en la zona no ha merecido la pena una decepción, no recomendamos.

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