Nueva visita para almuerzo con el local interior lleno (la terraza imposible en esta época) hasta el punto de acabarse el pan y un poco de espera para que llegara la segunda compra de pan.
Almuerzo para dos con una barra con variedad de tortillas y algunas posibilidades más. Para beber vino tinto El Campil 2022 con gaseosa y agua sostenible filtrada; plato de aceitunas y ausencia de cacahuetes. Lo elegido:
. bocadillo de tortilla de calabacín y longanizas: muy buena la tortilla y bien el embutido.
. bocadillo de embutido con patatas fritas: chorizo, longaniza y morcilla de buena calidad y patatas fritas de buen tamaño bien fritas sin restos de aceite. Bien.
No hay cambios en el local y el dueño muy amablemente nos amplió el tamaño del bocadillo, se disculpó porque el pan no era el habitual de ellos y por la breve espera, nos regaló el extra del cremaet y nos redujo el precio del bocadillo. ¿Quién da más?.
embutido con patatas
tortilla longaniza
cremaet
Local situado en zona industrial, cerca de una gasolinera con facilidad para aparcar y que aparte del local cerrado al uso, tiene un tesoro en una amplia terraza en forma de L que incluso le permite tener zona de fumadores y zona de no fumadores en la misma terraza. Eso a día de hoy, en la era post-Covid, es un lujazo.
Sillas y mesas clásicas de aluminio en la terraza, con buena separación de mesas y un servicio joven y eficiente que hace que las mesas repitan clientes. Sin mantel, copas que no importa si se rompen. Para el almuerzo hay que pedir dentro y elegir entre un buen número de opciones que se apiñan en bandejas semipreparadas a la vista junto a la barra.
Escoges entre tamaño medio (media barra generosa) y entero. Se acompañan de cacahuetes y aceitunas habituales en lo que se da en llamar "esmorzar popular". El pan es de buena calidad, crujiente, sin exceso de miga; el relleno muy adecuado en cantidad. Lo elegido en tamaño medio para almorzar:
. moje murciano: tomate, atún, aceitunas cortadas, algo de cebolla, todo cortado fino. Referido como correcto y sabroso.
. blanco y negro con patatas fritas: un par de cada embutido, con patatas recien fritas. Muy cargado de materia, bien de fuego el embutido y calidad notable.
. bocadillo del día: lomo adobado con queso semifundido y patatas fritas. El queso se medio funde en el interior del pan por las propias patatas y el calor del lomo. Referido como mejor de la media.
Para beber mantenemos clasicismo popular y el vino con gaseosa. Lo que nos dieron fue un cosechero El Sotillo que maridó bien con el hielo y la gaseosa; tampoco desentonaron las copas.
Por supuesto no hay almuerzo en Valencia que se quede sin su "cremaet" de presentación correcta y que cumple sin más. Un rato de "raonar" y nos vamos de compra para mañana que tenemos comida de chicos en el club: pimientos de piquillo y bonito, cecina y queso, gamba roja, cigalas y fabada (alubias de Leon) con un par de postres y rocafull con cachaps y milhojitas. Mañana será otro día.
Un lugar que ha merecido la pena conocer y que seguramente merecerá una repetición.
bocadillo blanco y negro
bocadillo moje
bocadillo lomo
cremaet
el gasto
bandejas bar
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