Tras la inesperada , enigmática y triste desaparición de Bluizar, nos acercamos a conocer este restaurante del centro, centro de Bilbao. Lo dirije y denomina Raúl Rauleaga, experto cocinero de larga trayectoria en Bilbao y reconocida maestría en algunas salsas y guisos tradicionales. Desde luego que dichas expectativas se confirman sin paliativos. La merluza Koskera y en especial la vizcaína de callos y morros , podrían superar con creces esas vizcaínas y salsas verdes caseras que en ocasiones consideramos imbatibles( la de la amatxu, la de la amama o la de la suegra). Sí , al probar la vizcaína de Rauleaga uno no puedo dejar de recordar tristes episodios en lugares estrellados de chefs ególatras que te sirven una vizcaína mal descongelada con periferia acuosa.. y encima se molestan si se lo haces saber. Merece la pena probarla. Aquí  acompaña con marcado protagonismo unos deliciosos callos. Salsa gruesa , trabada , con voluminosa textura e indescriptible sabor. No sólo se oferce una gran vizcaína o una sobresaliente merluza en salsa verde, las verduritas con vieira y el huevo con patata y pimiento no pueden ser más gustosos y apetecibles , como la torrija final ( torrijas muchas , parecidas, pero esta...). El local reformado resulta más acogedor e íntimo que el anterior. Servicio muy atento y profesional. Se emiten todo tipo d explicaciones y consejos , en momentos incluso , más de lo que solicitas. Carta de vinos cortita con pocos productores y mucho de cada uno, pero el servicio es bueno y te permite disfrutar. Si se busca la quinta esencia de la cocina tradicional, aquí se puede encontrar.