Muy bien, como siempre.

Pues eso, en este restaurante se come muy bien.
Cena de sábado, terraza a reventar y el servicio no se resintió lo más mínimo.
Como habitualmente hacemos, no podemos dejar de pedir las deliciosas ortigas de mar, el pulpo a la brasa y el huevo poché con boletus y foie; estos platos siempre los pedimos por que nos encantan, y la posibilidad de pedir medias raciones lo facilita.
Añadimos un tataki de atún rojo con brotes y espuma de wasabi; excelente el atún y la espuma junto con los vegetales...quizé en alguna porción se les fue la mano con la sal, pero estaba riquísimo.
Carta de vino centrada en nacionales pero bastante amplia.
Esta vez Tartum Ergo Rosé, a un excelente precio, 24 €, magnífico aunque me quedo con el Chardonnay.
Rematamos con orujos invitación de la casa.
Una excelente velada en definitiva.