Comida peruana en una droguería

Local que antiguamente era una droguería y que así hacen constar sus actuales rótulos y fachada, por fuera es igual, por dentro el espacio es el mismo pero lo ha aprovechado para poner 7 mesas y una cocina vista.

 

Local de decoración desenfadada, sillas diferentes, mesas antiguas, ambiente informal y agradable.

 

La carta no es muy extensa, toda con referencias peruanas y una carta de vinos muy escueta pero con bastantes referencias de licuados y cócteles.

 

Servicio jóven, amable , simpático y eficiente, son 1 cocinero y 2 camareras que atienden perfectamente a todo el local, no muy grande por cierto, sobre unas 7 mesas.

 

Al lío, éramos 2 , mi mujer y yo y la comanda fué:

- Ensaladilla de anguila ahumada con mayonesa ahumada: servida en un cono , rico bocado, el cono un poco blando.

- Bocatín de sepia: bao con sepia , cebolla acevichada y salsa de ají amarillo: muy muy rico, lo que más nos gustó, bocado espectacular.

- Brochetas de pollo con salsa barbacoa de maracuyá: bien crujiente el pollo con esa barbacoa tan peculiar pero que casaba perfectamente.

- Ceviche de corvina, gambón y pulpo, con calabaza: rico, potente de sabor, quizás ácido en exceso, pero con maiz, que hacía un conjunto rico.

 

Para beber 4 cervezas y 2 buenos cafés.

No pedimos postre aunque tenían muy buena pinta. Repetiremos otro día para probar la causa limeña y la lasaña de pescado.

 

Buena opción, informal y buena rcp.  21 e/pax.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Personalizar”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Personalizar
Rechazar todas
Aceptar