Restaurante de comida tradicional catalana en la calle peatonal de l'Arboç, el pueblo de la Giralda en la N340 entre Barcelona y Tarragona.

Pero... fuimos a comer el sábado pasado, y imponen el fin de semana un menú "degustación" a 25€, vino de mesa bebible (de Terra Alta, no del Penedès!) y cafés incluidos. Ni carta de platos, ni carta de vinos.

Patatas chips para esperar.

El menú empieza con un pica-pica de 7 o 8 platos, traídos a modo degustación. De lo que me acuerdo: piruleta de butifarra blanca, pasta brick rellena de sobrasada y nata, salmorejo, copa de mousse de tortilla de patata con membrillo, toast de pan de cristal de escalivada y queso de cabra, piruleta de langostino en tempura, raviolis con pesto... Espectacular, pero servido sin ton ni son, no veo progresión en los platos. De hecho, creo que sirvieron otras mesas con orden diferente.

El segundo a escoger muy tradicional. Hemos optado por pulpitos a la marinera con patatas, y pie de cerdo con gambas y camagrocs. Nos trayeron el pan después de acabar los platos, a tiempo de salsear un poco.

Postres muy buenos, tarta Sara con bola de helado de avellana por mi parte, tarta 3 chocolates para mi mujer. Café sólo. Y un cuarto de hora más tarde, sorpresa, trufas en un pincho y dos chupitos de crema y hierbas.

Finalmente, hemos comida muy bién, a pesar de lo desigual de la comida, y del servicio, no especialmente lento, pero parece que se olvidaron del pan y del post-postre... Menú de carácter tradicional, con pretensiones gastronómicas, sobre todo por el pase de aperitivos y la calidad de los postres. Pero repito, la comida muy buena!