55 pasos..., y los que hagan falta

Los 55 escalones que hay entre la Plaza Maria Pita y el acceso al restaurante 55 PASOS en la ciudad vieja coruñesa, parecían muchos hasta la aparición del  joven chef húngaro Balazs Menyhard y su pareja Nataly.

Con experiencia en su Budapest natal, Francia, Londres (MARCUS en el Hotel The Berkeley, en donde se conoció la pareja, y HEDONE de Mikel Johnson) y Barcelona (con Albert Adriá y GRESCA), a principio de 2019 han abierto su primer proyecto en solitario en la muy difícil plaza gastronómica de La Coruña (sobre todo para este tipo de proyectos), de donde Nataly (con gestión integral de la sala y del servicio de vinos) es natural.

Carta con producto, evidentemente, local con toques y técnicas internacionales. Restaurante en el que trabajan únicamente Balazs y Nataly, por lo tanto, cocina perfeccionista, muy bien pensada y “sin prisas” (para bien), para agradables veladas entre amigos o con los anfitriones. De fondo, música francesa.

Interesante carta de vinos condicionada por “exigencias” del momento y el lugar, por lo que nos dejamos recomendar por el fondo de armario de Nataly (más que interesante), del que disfrutamos de un Majuelos del Panorámico Caracuesta 2016 de Bodegas Vinos del Panoramico (Rioja). Un tinto 100% Garnacha que permaneció un año en depósito hasta que pasó a 4 barricas francesas de segundo uso y 2 nuevas. Un vino con poca botella, goloso y un toque de acidez bajo. Gran elección.

De la carta, empezamos por “Ostra a la brasa”(4,5€), con un toque liguero de brasa cubierto de láminas de pepinillo fermentado y gotas de la salmuera del fermentado. Muy bien.

Acierto con el producto del verano: “Berenjena y miso”. Berenjena a la brasa desecha en una crema de miso y sésamo ahumado. Junto con la del cercano NADO de lo mejor.

La brasa de nuevo muy bien trabajada en la “Caballa Japonesa”.

Y tal vez nos excedimos, por cantidad (la carta pedía a gritos la “codorniz a la brasa”), con las “Costilla de Duroc a la brasa”, con doble cocción al vacío y a la brasa. Se derretían en los dedos…

Terminamos con una espectacular tarta cítrica “Tarta de limón” de limón y lima.

Mención aparte al extraordinario café propuesto por Nataly: Isidro Pereira de origen Brasil (Carmo de minas, Minas Gerais) variedad Catuai amarillo a una altitud de 1200 mtos.,  “con notas de almendra tostada y chocolate”, tal y como indica la pizarra en cocina. Un café de plantaciones pequeñas que se tuesta (para espresso) en Barcelona. Perfecto.

Esperamos volver a la casa de esta inquieta pareja... A tener muy en cuenta.