Merece la pena

Pequeño local situado a escasos 3 minutos de la estación de Sao Bento. Llegamos a las 20:30 h. y tuvimos que hacer hora y media de cola. Fuimos los últimos clientes que aceptaron, aunque tuvimos la suerte de que nos acomodasen en la única mesa de la "terraza".

Local largo y estrecho, con la diminuta cocina y el baño al fondo. Decoración minimalista. Apenas media docena de mesas altas con taburetes. Menaje correcto. Servicio afable y cordial. El camarero habla castellano perfectamente. Carta a base de recetas tradicionales con algún plato marca de la propietaria y cocinera. Disponen de carta en castellano.

Cena para dos:

- Croquetas de bacalao "à Voltaria" (1,80 €) - Con un huevo cocido de codorniz de relleno. Contundentes y sabrosas.

- Croquetas de alheira con reducción de Vino de Oporto (3 €) - Muy sabrosas.

- Ensalada de pulpo y salsa verde (8 €) - Básicamente pulpo y salsa verde. Refrescante. Buen punto del pulpo.

- Mini sandwich de bacalao (3,50 €) - Muy bueno aunque mini, lo que se dice mini...será en Bilbao :-D

- 1/2 tabla de embutidos de cerdo blanco y negro y quesos portugueses (9 €) - Menos mal que pedimos media... Costó acabarla. Embutidos correctos. Los quesos gustaron bastante a mi esposa.

De postre tomé una mousse de chocolate (3 €) bastante buena.

Para beber, un par de cañas (1,50 €/ud.), una cerveza Super Bock Stout (1,80 €) y un par de botellas de agua (1 €/ud.).

No me extraña que se llene. La comida está bastante buena y los precios son más que razonables, además de que el camarero es encantador. Una advertencia: la comida la hacen al momento y tarda lo que tiene que tardar... Y lo avisan a la entrada ;-)