L'Indret había perdido su brillo. Por eso ya no acudí a este restaurante. Probé de nuevo una vez por medio dia y una vez en una cena de equipo.

La verdad es que ha vuelto a la calidad de antes. Y para un precio muy razonable. Sobre todo el medio dia. Un menu por menos de 15 euros.

He acudido dos veces a este pequeño pero elegante local. Muy bien decorado, de estilo sobrio y en donde, pese a estar lleno hasta la bandera, no se oye nada de ruido. Las mesas son cómodas y las sillas también. Ambiente selecto, lógico dado la zona donde está (frente a Piscinas y Deportes). La carta es de reducidas dimensiones pero donde prima la calidad. La RCP es excelente y sorprendente al tratarse de un local de renombre y en el sitio en el que se encuentra. Los precios ya llevan incluido el IVA...una terrina de foie a 15 euros, el jamón a 16... Y lo mejor es la carta de vinos...no hay sorpresas, apuestan por los clásicos (seguramente por el tipo de clientela que tienen) pero donde resaltan los precios ajustadísimos, así, un Marqués de Riscal Reserva cuesta 16 euros...para nada caro. Un lugar para hacer un aperitivo o cenar del plan informal (NO ES UN RESTAURANTE PROPIAMENTE DICHO) y en que te dan calidad, a muy buen precio.

Muy poca variedad en la carta, en general comida nada esmerada y no a la altura de los precios. Pedimos el menú degustación y no recuerdo ningún plato que me llamara la atención. Carta de vinos aceptable. Calidad-precio muy floja. No creo que vuelva.

Restaurante selecto del grupo semon.
Lo peor es que hay un menú degustación fijo (a 55€). Todo muy bueno, pero yo prefiero escoger de una carta, por lo que no repetiré.
Buen trato al vino, bien de precio (Alión 2000 a 36€).