Tapas en tasca con encanto

Es Bandoler (El bandolero en catalán antiguo) es una tasca situada en el entrañable barrio de Horta de Barcelona. El local es muy viejo - dicen que data de 1777 - y lo primero que llama la atención es la decoración de sus paredes (adornadas con todo tipo de utensilios) así como los jamones con su recoge grasas y los embutidos colgados del techo. El sitio no es cómodo (es pequeño y las mesas están bastante juntas) ni mucho menos elegante pero está dispuesto de tal manera que hay como varias salas algo separadas que le dan un aire muy acogedor. Los lavabos son diminutos y muy fríos al dar a la calle y necesitan a gritos una mejora pero es un lugar al que vas a lo que vas y cumple su función perfectamente. La puerta de entrada también tiene su encanto ya que has de bajar un poquito y el acceso es algo dificultoso.

No esperéis una comida muy elaborada pero sí sabrosas tapas y vinos a buen precio con raciones abundantes. Pedimos para compartir unas fantásticas (aunque muy grasientas...) patatas a la murciana (8.25 eur) condimentadas con chorizo, pimentón, morcilla, cebolla... Muy ricas aunque no para tomar a menudo. Luego una tapa de quesos (11 eur) más que suficiente para dos en la que había 7 variedades, llamando la atención uno de color rojo (la camarera nos dijo que era de pesto) que fue quizá el más flojo de todos. Había un par de cabra, otro naranja parecido al Cheddar, uno con cominos y otros 2 de oveja o vaca curados. La mayoría bastante ricos y la ración suficiente para los dos. La mujer nos aconsejó bien pues nos dijo que una tabla entera hubiese sido demasiada comida. 

Acompañamos todo con pan con tomate (sólo 1.76 eur 3 rebanadas que fueron suficientes) y una jarrita de medio litro de tinto de la casa (3.30 eur!) que obviamente no era ninguna maravilla pero que fue bastante digno por el precio pagado y ciertamente se dejaba beber muy bien pues no tenía demasiados grados de alcohol. También pedimos una botellita de agua que no nos cobraron (lo compensamos con propina), un carajillo de Bayleys (2.75 eur) y una manzanilla (1.32 eur). Comentar que los precios venían sin IVA y yo aquí le he sumado el 10% a todos. Este es un fallo de muchos locales pero dado lo asequible que es la comida se puede perdonar.

En resumen, un sitio sin pretensiones en el que sabes que puedes cenar un sábado por 15-18 eur por persona sin quedarte con hambre en un lugar con indudable encanto comiendo platos que sin ser de nivel están bastante ricos y de una cierta calidad. Muy recomendable para grupos de amigos pero eso sí obligatorio reservar puesto que se suele llenar.