Merece mucho el desplazamiento

En Ciudad del Cabo las distancias son enormes y todo lo que no está en el centro de la ciudad requiere de largo desplazamiento en coche (taxi) y este local está en la zona Woodstock y nos desplazamos en taxi (aquí también le dan vueltas largas a los turistas) y para la vuelta no es nada fácil conseguir un taxo incluso por teléfono, teniendo la alternativa de taxi (más bien casi mini bus) compartido que es una experiencia de alto nivel.

La zona no es nada interesante, se accede a través de un mini centro comercial, con barrrera física de entrada y que tiene además al mejor restaurante de Africa (llegó a estar el 22 del mundo en guía Michelín en 2016) The Test Kitchen al que estuvimos visitando y negociando porque llegamos tarde en la reserva y con amabilidad nos quedamos en el banquillo, y estuvimos esperando llamada para cubrir vacante y cuando se produjo no pudimos responder (estar con trabajo) y cuando rellamamos era tarde. Una espina que quedó clavada para siempre.

Al restaurante se accede en ascensor (6º piso) que te lleva a unas buenas vistas a través de amplias crsitaleras. Un local cuadrado con cocina y barra en el centro del fondo con opciones de sentarse en sillas altas cara a la cocina en una barra contiua. Gente joven en el servicio casi todos de raza negra que contrasta con clientes todos de raza blanca (no hay nada más racista que el color del dinero). Decoración con base de aspecto industrial (así es la zona) pero con elegancia. Las mesas son de madera, sin mantel, con sillas cómodas pero que parecen traidas de casa; buena separación de mesas, buena sonoridad y con música ambiental adecuada; muy buen coperio.

La carta de bebidas, no solo de vinos, incluye opciones diferentes de cervezas hasta separando entre de barril y de botellín y unas llamativas cinco opciones de ¡¡sidras!! Por supuesto que muchas opciones de vinos clasificados por ... ¡la uva! teniendo bastantes opciones de vinos por copas. Empezamos por la consabida coca cola y cerveza de barril Slow beer (500 ml en vaso ancho) Darling Brewy seguimos por copas de vinos blancos 282 Elgin Ridge 2016 Sauvignon Blanc (sudafricano) y Spioenkop Sarah Raal 2017 chenin y acabamos con tintos Eagles´Nest Constantia 2014 Shiraz y Radford Dale Frankenstein 2015 y Shannon Rockview Ridge 2016 Pinot noir, todos ellos por recomendación del sommelier y que gustaron aunque notamos a faltar algo de vino más local.

La carta de comida es corta aunque variada con una distribución en un apartado de platos favoritos; también un pequeño apartado de salado y dos opciones de "agrios" (limón, ajo) y también de dulces (por ejemplo confit); un apartado para los dulces finalizadores (postres). Para comer, los tres decidimos que nos trajeran platos para conocer la comida del local; el encargado de sala acepta el reto y escribe una nota a mano que deja sobre la mesa y que se va punteando conforme llega la comanda. Los platos van saliendo con mucho ritmo y colocándose en la mesa con un mínimo comentario informativo:

. crujiente de calamares, limón, "atchar" mayonesa y curry XO.

. ensalada de vegetales de la primavera con aceite de ajo silvestre y remolacha "gastrique".

. tataki hoisin de buey con aderezo de pesto y ponzu

. langostinos y cangrejo real rellenos de alitas de pollo x 2: con crema fresca de limón y "sriracha", un aspecto de ketchup picante.

. Pot Luck Club peri peri chicken: con pimientas y ensalada de col rizada, almendras y queso feta

. filete de ternera ahumada x 2: con pimienta negra y trufa café con leche

. panceta de cerdo con queso waldorf, queso azul, crema de nuez, mantequilla y ceniza de apio al horno

. Port Luck Club fish sliders x 2.

. tarta de avellana y manzana: con caramelo salado y helado de canela.

. selección de quesos sudafricanos acompañadas de miel y de lugares de nombres no recordables

. cigarro de chocolate con azafran pera escalfada, granadilla, mousse de chocolate y helado de pistacho.

Todos los platos de alta cocina con muy buenas presentaciones y con muy buena calidad de producto.

No hubo cafés pero sí un recorrido por el recinto y una tienda de vinos llevada por un argentino que da buenos consejos y que se llama Openwine cuya traducción sería "abreunvino". Me tenía ganado antes de entrar y por supuesto salimos con botellas de vino de pinotage.

PD En el precio está incluido el 12% del servicio que no está en los precios de las cartas (al feo estilo gringo).

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Joan Thomas

    Interesante experiencia. Todo tiene muy buena pinta y con una muy buena RCP. Debe ser,por lo que cuentas, uno de los restaurantes que se deben visitar si se está por esa parte del mundo.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Así es, al igual que su vecino el de la lista Michelín.
    Saludos

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