Sitio repleto de turistas y no turistas extranjeros de todas las nacionalidades que paran aquí a hacerse el brunch.

Muy bonita decoración con aires industriales y rústicos combinados con mucho gusto y agradable atención del personal.

Productos de temporada, frescos, de calidad y todo hecho al instante.

Pedimos para 2 para beber zumo ecológico de piña, agua y cafés con leche.

Mi mujer pidió unos excelentes y riquísimos : Huevos Royal: con muffin inglés, salmón ahumado, espinacas, huevos pochados y salsa holandesa.

Y para mí que soy mas tragón: la Burguer: con queso, cebolla caramelizada, tomate, mayonesa, salsa "La esquina" , patatas chips y ensalada.

Vimos pasar varios platos y todos una pintaza, como los huevos Benedictinos o el bocadillo de huevo frito entre otros.

Bollería casera y tartas con muy buena pinta también.

Pues oye , a mitad mañana te metes esto en el cuerpo y a bajarlo paseando y viendo la Sagrada Familia.

Nos gustó mucho, lleno y gente haciendo cola.