En pleno centro de Tiflis, la capital de Georgia, se encuentra este coqueto restaurante, decorado con cuadros y objetos variopintos. A medio camino entre lo elegante, lo informal y lo hogareño. Y lleno de botellas de vino de diferentes países (todos ecológicos o naturales, incluyendo vinos de Alfredo Maestro o de Bernabé Navarro).

Cocina georgiana, con estilo más o menos afrancesado.

Comimos, o mejor dicho cenamos, una ensalada de remolacha con hummus. Unas riquísimas hojas de parra rellenas de cordero con salsa de yogur, y un jugoso pollo de corral con salsa de grosellas, creo recordar.

La carta de vino es corta, pero los vinos de las estanterías tienen el precio escrito, no sé si son para llevar o pedir. Decimos que la carta es corta pero suficiente, con unos cuantos vinos georgianos, especialmente los elaborados en el tradicional Qvevri (ánfora). Nosotros bebimos un muy buen blanco Alapiani's Marani Chinuri 2017 (uva rkastiseli elaborada en ánfora). Ámbar, tánico. Un vino naranja de manual, perfecto para la carne.

Todo esto nos costó 70 euros. El vino sobre los 25, precios más o menos europeos. La cuenta baja en los platos de comida, que son ciertamente económicos.