Nueva ubicación, en el barrio de Gros, como se esta poniendo de animado este barrio, lo viejo queda para los no foráneos, sin embargo esta zona, de momento y hasta que se corra la voz, esta llena de gente de Donosti, muchas aperturas gastronomicas y muy buen ambiente.

Local nuevo y puesto con mucho gusto , moderno , en la zona de arriba , barra con pintxos y bajando la escalera el comedor , tres mesas grandes , como para seis , siete personas , en frente de la cocina a la vista , y varias mesas mas , no tan grandes completan el aforo .

Aizpea Oihaneder y Xabi Diez , se han trasladado desde las afueras a este barrio , tan de moda , después de diez años , por lo tanto no son unos novatos , y creo que en esta nueva ubicación conseguirán afianzarse como un referente de primera línea de la cocina Donostiarra .

Tienen una carta, como se lleva últimamente, no demasiado extensa, pero si con sabroso enunciados y un menú degustación, Kutixi, por 45€ iva incluido, cinco pases salados y un postre, así que elegimos el menú, aunque por supuesto lo alargamos con varias medias raciones, buena opción, de la carta.

Nos obsequiaron con un aperitivo, atún marinado, patata agria, patata con remolacha, emulsión de perejil y pimiento encurtido, muy vistoso, y sobre todo, rico.

Esturión Km0, con mantequilla de cítricos y mamia (cuajada) de pan frito, un sabor muy logrado el del esturión, marinado y pasado por brasa para dar ese toque ahumado, se presenta a temperatura ambiente, no caliente, y muy bien llevado con la rica mantequilla de cítricos, también muy sabrosa, esto fue una media ración que pedimos de la carta, muy bien por 7€.

Primer pase del menú, mamia de bacalao, muy rico, como si fuera una brandada, pero mucho más fino, el interior mas espeso y frió y una Mouse caliente por encima , teniendo en cuenta que mamia es cuajada , bastante mas fino que si de una brandada se tratase .

Siguiente pase del menú, piquillo parillero inyectado de + pimiento, un plato sencillo, pero muy resulton , a mi me encantan estos pimientos , así que un buen pimiento , relleno de crema de pimiento , aunque parezca contradictorio a mi me gusto mucho , además , el pimiento viene con su rabo y to , lo único que no se come y relleno , que introducen con jeringuilla .

Siguiente pase menú, tataki de solomillo mascarada (euskal txerri), cerdo autóctono, con colicurcuma, gazi gozo de sésamos y brotes de capuchina, para nada el típico tataki.

Aquí tiramos de carta 4€ cada ración , trufa de morcilla, un buen trozo de morcilla frita , cubierta de una crema de alubias y sus sacramentos y vinagreta de piparras , quizás el plato que menos nos gusto , a ver no estaba malo , pero la morcilla con una potente crema de alubias , no nos pareció nada del otro mundo , quizás con un caldito de alubias , algo mas fino , no se , sin mas .

Volvemos al menú, carpaccio de carabinero, vieira osmotizada , bueno encurtida , con un tono rojo , parecía carne , mejillones escabechado , polvoron de cigala , emulsión de perejil , langostino , encurtidos y todo ello cubierto de una crema de mariscos , me gusto mucho .

Aquí añadimos media de merluza asada, que estaba muy buena por 12€, para picar los dos, otra media de costilla a la brasa, por 9€, también muy sabrosa.

Y acabamos lo salado, ahora si con otro plato del menú, Picanton a baja temperatura y braseado, con matices de maíz y palomitas picantotas, estos últimos pases fueron los que mas nos gustaron.

Acabamos con un lingote de cremoso de cacao, mousse de caramelo con cacahuete y naugatine (teja) de almendras, presentación digna de alta pastelería, buen final.

Carta de vinos corta , con alguna buena referencia , nos decantamos por un rioja blanco Viña Ane Centenaria 2016 , nueve variedades distinta de uva , muy rico , 25€ , dos copas pago de cirsus a 2,5€ cada una , un gin de millers , 8,5€ , un chupito de crema de orujo , 2,5€ y tambien nos invitaron a un licor de mandarina para el chocolate .

El servicio joven, profesional y hasta un poco socarrón, en el buen sentido de la palabra, como a mi me gusta, siendo de Bilbao, estaba claro las pullitas eran imprescindibles, algún rellenado de copa y un rato muy majo.

Al final 83€ por barba, bien comidos y bien bebidos y teniendo en cuenta que estamos en Donosti, bien pagados, buena RCP.

Llevan cuatro días abiertos, una vez que se asienten y hagan el rodaje correspondiente, sin duda un referente gastronomico en Donosti, con visos de estrella, en un futuro.