Bajo el puente 25 de abril existe un pequeño puertecillo y a su alrededor se sitúan varios restaurantes con oferta de pescado y marisco con una parte de comedor interior tras la entrada y un mostrador de pescado y marisco a la vista que las hace muy atractivos: con el buen tiempo apetece la parte de terraza cubierta y ahí nos situamos el grupo de 15 comensales.

Mesa tan alargada como apretada para estar todos juntos, mantel y servilletas de tela, copas y cubiertos correctos. Un servicio voluntarioso y efectivo. Unas buenas cervezas de presión antes de sentarnos mientras se hacía sitio en la terraza para ubicarnos.

Sobre la mesa el tipico aperitivo gancho en el país: aceitunas, quesito aceitao y mantequilla, además de los panes, que aceptamos pues dada la hora (más de las 15 h) nos aligerará la espera. Tomamos al centro:

. calamares fritos en aceite y ajos

. gambas al ajillo

. almejas al vapor y servidas con aceite y perejil

. calamares rebozados

. pescado elegido. En mi caso lubina salvaje a la plancha servida con verduras y patatas al vapor. Buena ración de un buen lomo de una fresca lubina.

. pannacota

En general cocina sencilla de predominio de plancha, con buena materia prima

Para beber empezamos por un encruzado 2016 del Dào: Quinta dos Carvalhais. Después seguimos con Carvalhas de Quinta das Carvalhas, un buen blanco del Douro 2015.

Unos cafés finales disfrutando del ruido de fondo del paso de vehículos (y sobre todo del tren) por el puente.