Restaurante Jiménez 22 en Madrid
Restaurante Jiménez 22
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
44,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes y domingos noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
44 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
carta
Opiniones de Jiménez 22
OPINIONES
1

Cena 4 pax.

Precio por persona: 44 euros.

Comida 8,5.

Entorno: 8.

Rcp: 9

Servicio: 7,5

Servicio del vino: 7,5

Lo mejor: El ravioli de calabaza, Seguro que no es jamón, las costillas de atún y el arroz con leche.

Lo peor: La garra del pichón…...

Sábado por la noche, la terraza llena con la celebración de un cumpleaños, el restaurante interior, solo tres mesas en toda la noche. (tan solo lleva unas semanas abierto).

El local es agradable y bien decorado, con una mesa grande separada por una cortina que puede hacer de privado, una zona de mesas normales y otra de mesas altas, más informal. La vajilla bien y la distancia entre mesas correcta.

En cuanto a la carta, tal y como nos comentó el propio cocinero, Aldo Sebastianelli,  se trata de un compromiso entre sus propuestas, las más originales y creativas y una oferta más comercial introducida por los socios capitalistas. No tiene menú degustación, pero lo mejor es preguntar por Aldo y con las sugerencias de éste elaborar un menú según las apetencias de los comensales.

En nuestro caso, le indicamos que somos muy comilones y nos confeccionó el menú francamente interesante que detallo a continuación. Finalmente nos pasamos pidiendo, ya que las raciones son generosas y nos costó llegar al final. Los platos ordenados fueron los siguientes:

- Puerrifacético. Distintas variaciones del puerro: puerro asado, caviar de puerro, crujiente, velouté y cenizas todo ello del mismo puerro. El punto del puerro asado que es la parte fundamental del plato, cocinado muy al dente, a nosotros nos gustó mucho, pero puede sorprender. Muy buen plato, empezamos muy bien.

- Seguro que no es jamón. Mojama de atún marinada con hierbas amargas y tomates al Jasper, con salsa de ajoblanco, aceite de almendra y almendra garrapiñada. Riquísimo, gran sabor. Continuamos magníficamente.

- Ravioli relleno de calabaza. Maíz, calabaza y trufa con emulsión de paté, con una salsa de queso payoyo fantástica que acabamos comiendo a cucharadas. Se termina el plato con unas láminas de trufa, que por las fechas, lamentablemente fue tuber aestivium y no melanosporum, tal y como está previsto para el plato. Aún así gustó muchísimo, de lo mejor de la noche.

- Ceviche de corvina emulsionado con ají amarillo. Muy bueno, fresco y con un toque picante muy agradable del ají.

- Costillas de atún rojo. Dos gruesos tacos de atún acompañados de sofrito de tomate de árbol, con emulsión de fruta de la pasión y crujiente de mango, sobre caldo de carne con espinas de atún. Una materia prima soberbia y una magnífica preparación. Otra de las estrellas de la noche.

- Mi querida carrillera. Carrillera con puré de patata trufado, con crujiente de tapioca, colmenillas y flor de pimiento amarillo encurtido. Bueno, aunque me hubiese gustado que tuviera un sabor un poco más potente.

- Chimole de pichón. Pichón con emulsión de aceitunas, cebolla roja y tomates al Josper. La pechuga del pichón se presenta lacada con el chimole, lo que da la apariencia de estar quemada, siendo en realidad el color de la capa exterior. La pata se presenta entera a modo de chupa-chups. Muy buen plato, disfrutamos mucho con él. Sin embargo, en mi opinión merece dos comentarios, el primero es que la preparación se impone a la materia prima, eclipsando un poco al pichón y en segundo lugar la presentación, cuando digo que la pata se presenta entera, es que se presenta entera, incluyendo la garra tal cual y puede dar un poco de grima, creo que es demasiado arriesgado. Eso sí, la mitad de la mesa no compartió esta última opinión.

- Arroz con leche desconstruido. Una espuma de arroz con leche con una base de gelatina cítrica, magnífica textura, ligero y con gran sabor. Muy bien.

- El huevo abandonado. Nido de kataifi, bola de chocolate blanco rellena de bizcocho de té matcha y por encima coulis caliente. Muy bueno, especialmente el bizcocho de té matcha.

El servicio atento y agradable, bien. En cuanto al servicio del vino, copas correctas y servicio normal, carta de vinos francamente mejorable. Sin embargo admiten el descorche (6 euros), lo cual hace que suba mucho mi calificación en este aspecto. En nuestro caso combinamos la comida con dos botellas de Tres miradas “el garrotal”, una normal y otra skin contact, estupendas las dos. Dos copas por comensal para apreciar las diferencias entre las dos botellas.

La relación calidad precio nos pareció fantástica y más aún teniendo en cuenta que en nuestro afán por probar la mayor cantidad de platos posibles, nos pasamos con la comanda. Creo que puede cenarse muy bien por 35 euros.

Considero necesario hacer un comentario sobre Aldo, el cocinero, un chaval de veintipocos años que rebosa pasión por su cocina y con un entusiasmo y una ilusión que contagia. Quizá falte pulir algún aspecto, pero no hubo ningún patinazo, todos los platos fueron buenos o muy buenos. Creo que aquí hay un gran proyecto de cocinero al que no hay que perderle la pista.

En resumen una experiencia sobresaliente y una sorpresa agradabilísima, con una magnífica relación calidad precio.

Espero que en la tensión entre la creatividad y el capitalismo, no se imponga el segundo y dejen hacer a Aldo.

¡Volveremos seguro!

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