En pleno barrio alto de la ciudad y cerca del mirador y el tranvía con mayor pendiente de recorrido, hay un local pequeño, en forma de tubo, con unas sillas altas en barra y unas pocas mesas con banco corrido junto a la pared. Sitio recomendado por sus tapas, petiscos (aperitivos) y sus vermuts. Decoración entre bar y restaurante con mesas estrechas muy juntas para aprovechar espacios porque son muchas las visitas dentro de un horario que no cierra desde la mañana a la tarde con un flujo de turistas continuo, aunque el servicio de sala, cordial y experimentado lleva un ritmo y la cocina otro más pausado.

Carta para comidas en diferentes idiomas y que incluye tapiscos consistentes que escogimos para compartir entre los 9:

. la bomba de Lisboa (8€): un cocretón interesante, recomendación de la casa.

. gambas al ajillo (16€): de lo mejor. Buenas piezas, bien fritas, punto de ajo correcto alto. Muy recomendables.

. chocos fritos (calamares rebozados) con mahonesa de lima y cliantro (13€): muy buenos y bien resueltos. Recomendables.

. patatas bravas (7€): bien cocidas con ketchup algo picante. Correctas sin más.

También hay sección de huevos y brasas (tanto de carne como de pescado -especialmente bacalao, por supuesto-), además de cazuelitas (que incluye paella negra, estofado de lentejas..):

. esqueixadas de bacalao (11€): cumplió sin dejar gran recuerdo

. guisantes con chorizo y huevo a baja temperatura (17€): un plato de fácil preparación y buen resultado: para mojar pan

. lomo de atún con emulsión de piñones (22€): poco hecho, correcta calidad. Nos gustó y repetimos

. entrecotte (20€): bien de braseado, ración corta, correcta calidad

Para postres más de 6 opciones siendo llamativa la presencia de crema catalana. Optamos por buscar pastelitos de nata en Manteigaria Uniao y rematar bajando al centro en la Pastelaria Alcoa con alguno de sus pastelitos multipremiados.

Amplia carta de vinos referenciados en sus añadas, sobre todo blancos con presencia de unos pocos vinos fortificados. Buena variedad de precios para poder elegir en amplio abanico. Tomamos un Blanc de blancs brut sparkling guiados por ser de la bodega de Luis Pato. Posteriormente un tinto alentejano Rubrica 2014 con buena intensidad y graduación. También agua sin gas Luso y con gas Pedirás, más alguna coca cola zero y cervezas iniciales.

Un sitio de paso turistico que cumple en la parte sólida con opciones correctas de vino para una comida rápida.