Domingo de Pascua por la noche en el magnífico pueblo del Port de la Selva, Costa Brava. Mi hermano me recomienda este restaurante (que también tiene hotel) para cenar por su comida y una buena relación calidad precio, ya que tiene menú también por las noches (a 16,50 eur).

El interior es bastante destacable: está en una antigua bodega y el techo/bóveda es arqueado y de piedra. Te sientes en un sitio especial. Otra cosa positiva es la gran separación entre mesas y la tranquilidad del lugar.

El menú consta, como es habitual en casi todos los sitios, de 2 platos, bebida, pan y postre. Hay más de 6 opciones de cada con varias de mar y montaña. Yo probé sopa de pescado, bastante sabrosa y que gustó a mi novia, que es más de carne. Ella tomó macarrones, una buena ración estilo boloñesa con queso gratinado que me pareció simplemente correcta. Dos panecillos de pan incluidos en el menú para acompañar los platos, tampoco dignos de mención.

El segundo plato me gustó aun más. Pedí "vedella amb bolets" (ternera con setas) y la ración fue bastante grande, me costó acabarla aunque estaba muy buena la carne, bastante tierna. La salsa muy rica y las setas también: todo muy digno para estar en el menú. Mi pareja tomó lomo con patatas. También cantidad abundante y las patatas muy bien hechas.

Para beber pedimos agua (botella de plástico de medio litro) y vino rosado de la casa (todo incluido en el menú), que lógicamente era discreto pero comentar que sirvieron con funda de frío una botella entera para los dos. Por último, comentar que los postres también estuvieron a la altura. Yo probé crema catalana, que tenía una buena crosta como debe ser, y ella flan que también estaba muy bien hecho. Para acabar, un café solo más que decente (1,30 eur + IVA)

En resumen, un lugar muy digno para cenar a precio asequible con buena comida y raciones generosas destacando lo bonito y acogedor del restaurante y el hecho de estar en un pueblo tan precioso como El Port de la Selva