Cena agradable entre amigos

El Xato es un bar restaurante que cuenta con una dilatada trayectoria en la localidad. Lugar para tomar el primer café mañanero, disfrutar del tradicional esmorzaret a media mañana, tomar el aperitivo, comer o cenar… siempre ha estado ahí, ejerciendo también ese papel dinamizador y socializador tan importante que los bares han jugado en los pueblos de pocos habitantes.

Hace unos años, cambió la dirección del mismo y, desde hace unos meses, el actual propietario ha intentado darle un nuevo impulso al negocio mejorando algunos detalles que, si bien no afectan mucho a la carta, sí resultan más atrayentes para determinada clientela: una decoración más acogedora, una oferta mayor de vermús y vinos, etc…

El local gana en encanto durante el servicio de cenas. La iluminación es cálida e intimista y se usan varias lámparas de pie para dar un ambiente más acogedor. En las paredes cuelgan algunas antigüedades: instrumentos y herramientas de un pasado no muy lejano pero cuyo uso ha quedado totalmente desfasado.

Antes de realizar nuestra comanda tomamos unas cervezas y unos vermús artesanos: el golfo y el bandarra. Nos preguntaron si queríamos tomar pan, allioli y tomate. Buen detalle el habérnoslo consultado, pues luego aparecen reflejados en la cuenta final. De todos es conocido el mal común de sacar sin pedir y después cobrar.

La carta ofrece un buen número de raciones (que aquí en la Comunitat denominamos tapas) ideales para compartir al centro de la mesa. Esa noche éramos seis comensales, fuimos cantando nuestra comanda al chico encargado de servirnos y el mismo anotó si resultaba suficiente con una unidad para los seis o si, por el contrario, la tapa en cuestión precisaba de dos unidades.

- Tartar de salmón con aguacate (1): muy fresco y rico. La base de aguacate está tamizada y el salmón muy desmenuzado y suavemente condimentado.

- Steack tartar (1): Con mucha personalidad, un tanto diferente, especialmente por dos motivos: el punto de picante realmente alto (cosa que me encanta) y el uso de una salsa tipo barbacoa que da cierto dulzor y ejerce como ligazón (eso no me gustó tanto). Aún así, rico también.

- Pata de pulpo a la brasa (2): Tamaño un tanto exiguo pero muy tierno y perfecto de cocción y sabor. Ricas las patatas cocidas de la base.

- Capellans (2): Muy buenos estos peces en salazón (bacaladillas). Perfecto el punto de sal y acertadamente tiernos, evitando un excesivo resecado que sí encontramos en otros muchos bares.

- Fritura de pescado (2): El plato más decepcionante. No estaban frescos, me duele decirlo. Se podían comer, sí, pero no encontramos ese sabor nítido y limpio que sí tiene el pescado del día.- 

- Huevos rotos con patatas y secreto (1): Muy rico. El secreto se cocina a la brasa, lo cual dota al plato de gran encanto.

- Como postre tomamos dos tiramisús compartidos al centro de la mesa. Correctos, sin más.

La carta de vino no es que sea muy extensa, pero reúne una veintena de referencias bastante originales, de precio más bien bajo y provenientes en su mayoría de la Comunitat Valenciana. Tomamos dos botellas de un excelente Fet a mà, vino de Finca Collado que combina uva monastrell y cabernet sauvignon. No lo conocíamos y nos gustó mucho.

Para la cuenta final téngase en cuenta que se pidieron también algunas botellas de agua y cafés. Un sitio que tal vez no merece un largo desplazamiento, pero muy aconsejable si se es o se está por la zona.