Visitamos por segunda vez este bareto el viernes pasado y las sensaciones fueron flojas, lamento decirlo. Hemos estado varias veces en Kitchen 154 y nos gusta el rollo gastronómico que manejan, así para allá que tiramos a probar su tasquita en Malasaña... paso a comentar.

El local es ínfimo, con unas cuantas bancadas comunales, una mesa central y un barril con mesas altas, todo ubicado en un espacio mínimo compartido con la barra-cocina. En el sótano tienen otras cuatro mesitas. La verdad es que si el papeo es bueno lo demás es accesorio, pero hay que reconocer que esto es un tugurio que además en fin de semana suele estar de bote en bote. En adición, mencionar que no se cortan con el musicote, le dan buena cera al volumen, con lo que recomiendo que los más conservadores sepan a qué atenerse en caso de visita a este local

El servicio es majo sin más, pragmático y efectivo dado el volumen de comandas que tienen y los limitados recursos para hacer frente a la demanda. Creo que cumplidor, sería la palabra.

- Comida:

• Taco Koreano: tortilla de trigo pequeña, kimchi, carne deshilachada -entiendo que ternera, pero no pongo la mano en el fuego- y aderezos varios componen un buen bocado, intenso en lo picante y sabroso. Unos 3 euros c/u, creo recordar.
• Taco Mexicano: tenía otro nombre pero no lo recuerdo, sorry. Carne deshilachada -indefinible de nuevo-, salsa verde de tomatillo y chile (de la industrial), cebolla blanca, lima y cilantro servido sobre tortilla de maíz. Los he probado mejores en Madrid y más baratos. También unos 3 euros c/u.
• Chana Massala: curry de garbanzos servido con cebolla roja encurtida y cilantro en bowl metálico. Rico el curry, picoso lo justo y absolutamente desequilibrado en el momento en que se combina con la cebolla, incongruentemente pasada de maceración en vinagre. Unos 5-6 euros.
• Panceta: un bowl en el que se sirve panceta aderezada con sésamo y soja, arroz blanco y pepino encurtido en rodajas. Nefasto. La panceta era en realidad tocino blanco someramente entreverado, cortado en bastos tacos y escasamente cocinado. Plato insalvable salvo por el rico pepino y la neutralidad del arroz blanco. No obstante, perdura inevitablemente la desagradable sensación del tocinazo escasamente cocinado. Unos 6 euros.

Completamos este ágape con una cerveza artesanal (creo que era La Virgen) a 2,50 euros (aquí creo que no tienen vinos) y un vaso de agua. Al mal trago del plato de panceta se suma un tiempo de espera francamente alto para los platillos y para lo que es el sitio, y un desagradable tufillo a bayeta sucia en el banco en que nos acomodamos, que acabó de rematar la noche. No somos unos remilgados pero dudo que volvamos a esta tasca, nos quedamos sin duda con el Kitchen original en el mercado de Vallehermoso.

- Lo mejor: la compañía. Los taquitos Koreanos, la cerveza... (por decir algo). 

- Lo peor: El infracocinado de la mal llamada panceta y sobre todo, el olor a bayeta y la correspondiente sensación de suciedad.