Buen precio con El tenedor y ambiente muy íntimo

Cena de cumple con mi novia previa reserva en el Tenedor que te da un nada despreciable 30% de descuento en todos los platos de comida. Sábado noche pero algo tarde (22:30h) el local estaba a algo más de la mitad de su capacidad. Nos colocan en una mesa en un comedor interior muy tranquilo, algo que es de agradecer en una Barcelona donde cenar puede ser una experiencia bastante ruidosa.

El restaurante se autodefine como de tapas aunque también hay platos bastante convencionales (arroces, carnes, etc). Para empezar dos copas de un tinto crianza de Rioja (No recuerdo cual a 3.30 eur), buena cantidad, servidas en copas dignas a temperatura bastante adecuada. Es de destacar que, a pesar de no tener botellas de gran nivel, el trato que le dan al vino es bastante bueno pues hay 6 opciones de copas tanto en tintos como en blancos y diría que 4 en cava a precios muy asequibles entre 2.50 y 4 euros). También tomamos una botellita de agua (1.50 eur). 

Pasamos a las tapas. El precio que indicaré será sin el descuento con lo que la cuenta final será mucho más asequible de lo que parece. Unos nachos (3.90 eur), muy crujientes con salsa de queso y jalapeños. Nos gustaron bastante. Croquetas de jamón Ibérico (5.40 eur) muy ricas aunque algo pequeñas. Nos hacíamos la típica broma de que las raciones eran un 30% menos de lo esperado... Luego vinieron (servicio muy rápido y eficiente) unos calamares a la romana (5.95 eur). Buenos, sin más. 

Un wok de verduritas con sésamo (6.90 eur) muy crujientes aunque algo insípidas, quizá la cantidad más reducida dado el precio y 3 pepitos variados (7.95 eur) completaron de momento la cena. Los minibocatas eran uno de jamón, otro de pulled pork y el otro de ternera. Muy sabrosos sobre todo los dos últimos. Tapita algo difícil de repartir. Como nos quedamos con hambre quisimos acabar con unas bravas (4.50 eur) con pan de vidrio (1.60 eur). Las patatas fueron lo peor de la noche: muy duras y bastante crudas por dentro, como hechas en poco tiempo. Las salsas tampoco acompañaron: la brava picante pero con mal sabor y una espuma de allioli muy mal conseguida.

Los postres estuvieron, como en mi última visita, por encima de lo salado: un lingote de yuzu en varias capas fabuloso e hipercítrico y una mousse de frutos rojos riquísima que duró también muy poco. El precio de cada uno: 4.90 eur.

Para acompañar la parte dulce, dos copas de cava (3 eur cada una) que le dio un toque más festivo a la velada. La comida no es cosa de otro mundo y quizá (excepto los postres) no merezca una visita, pero lo agradable e íntimo del local, la buena atención, nada incordiante y lo asequible (con el descuento) hace que sea un valor seguro. También tener en cuenta que hay bastante variedad de tapas.