De vuelta a Los Cazadores

Pese al día tórrido en plena ola de calor volvimos a disfrutar de la gastronomía de ese restaurante a los pies de la Sierra de Carrascoy. De

Los entrantes fueron los siguientes:

* Alcachofa a la brasa, foie y puré trufado: pese a estar terminando la temporada de esta hortaliza, esta exquisitez de inflorescencia inmadura esta tierna, perfectamente acompañada por la trufa y el foie.

* Croqueta de guiso de gallina murciana: un bocado que recordaba el puchero de los domingos.

* Huevos a baja temperatura con revuelto de setas: la ralladura de trufa aportaba más intensidad al plato.

* Tartar de atún rojo: recién llegado de la almadraba, en plena temporada. Buen producto que garantiza el éxito de esta exquisitez marina.

Tras los aperitivos, el plato principal, uno de los iconos de esta casa:

* Arroz de perdiz y foie: El grano en su punto de cocción, suelto, elaborado en una fina capa al estilo valenciano (en Murcia los arroces suelen ser con mucho caldo y pasados de cocción con liberación del almidón). Un gran acierto del chef.

De postres, surtido de postres de la casa al centro:

* Tarta de queso al horno

* Tarta de galletas con chocolate blanco y negro

* Torrija de brioche con crema inglesa 

* Crujiente de leche frita con helado de turrón

* Piña natural

La comida fue acompañada por los vinos siguientes:

* Vino Utreia 2019 D. O. Bierzo de Raúl Pérez. Un clásico de uva mencía.

* Antídoto La Hormiga 2019 D. O. Ribera del Duero. Un vino aromático con notas de frutos rojos, criatura del enólogo francés Bertrand Sourdais. Un vinazo.

* Bagus 2019 D. O. Ribera de Duero. Similar al anterior aunque con menos intensidad en boca.

* Cuvée 79 2019 . Bourdeaux - Sauternes. Perfecto para terminar con los postres este vino de uva Sémillon Blanc afecta por la "Botrytis Cinerea" conocida popularmente como la "podredumbre noble".

Un espectacular comida, donde disfrutamos de la gastronomía y sobre todo de la compañía de los amigos, que es lo más importante.