Restaurante ucraniano que por el nombre debe estar enclavado en algún antiguo bar motero. El interior es amplio, como de asador. Decoración abigarrada y algo rancia.
El restaurante propone algunos platos de la comida ucraniana y de otros lugares del este europeo y más allá.
Disponen de un interesante menú del día, incluyendo festivos, que cuesta 15,5 euros e incluye entrante, plato principal y postre o café.
Nosotros nos decidimos por pedir a la carta debido a que queríamos pedir las famosas empanadillas típicas de todo el este europeo (pierogi en Polonia, Pelmeni y Vareniki, en Rusia, etc.). El menú no los incluía.
Pedimos tres platos platos, todos para compartir:
- 6 mini blinis variados (arenque, boquerones ahumados y caviar de salmón). 6 mini blinis que me parecieron algo más gordos de lo que yo tenía acostumbrado y como con más huevo de lo normal. Están buenos, sobre todo los de arenque, pero quizás algo caros. 14 euros.
- Sopa Borsch. Tenía ganas de probar esta famosa sopa eslava, pero me decepcionó un poco. Demasiada remolacha, que le daba mucho dulzor, y no estaba bien contrastada por la smetana (nata agria) ya que tenía poca. Además muy pocos tropezones de carne y patatas. Por otra parte me pareció cara para ser una sopa que además no era muy abundante. 9 euros.
- Vareniki. Conocía los pierogi polacos, que son similares. Al parecer los vareniki y los pelmeni se diferencian en que los segundos son más pequeños y están rellenos de carne, en cambio los primeros se rellenas de diversos ingredientes. Elegimos los Vareniki (vienen 11) de repollo y una especie de torrezno pequeño. Están bastante ricos. Un poco grasientos, pero suelen ser así. 11,5 euros
Además, tanto en carta como en el menú tienen distintas ensaladillas "rusas", ensaladas, guisos de carne, brochetas de carne, ...
Para beber tienen bastantes cervezas de distitnos países de la zona, pero como no las tienen en carta y tampoco las conozco pedimos dos cervezas ucranianas (una rubia y otra más oscura, que resultó ser rusa). En botella de medio litro, sosas. A cuatro euros la botella.
También tienen la triple R clásica de la enología madrileña: Rioja, Ribera, Rueda, además vi que tenían algo que llamaban "champagne ucraniano" a 22 euros botella, pero no me atreví.
En definitiva, sitio curioso si se quieren comer algunas especialidades de la zona, como el arenque o los pelmeni, pero que a la carta no merece la pena por caro. El menú de 15 euros si parecía interesante, la pena que no incluyan las empanadillas. Volvería solo a probar el menú.
P.D. Edito. Creo que la nota debería estar por encima del aprobado, pero el peculiar sistema de puntuación de verema penaliza en exceso el "entorno".