La peor experiencia de mi estancia en compostela

Cenar en el restaurante los caracoles fue la peor experiencia de mi viaje a compostela. Una vez que nos ubicaron en una minúscula mesa para 4 personas, oímos cómo el simpático camarero discutía con nuestros vecinos de al lado sobre la cuenta: los habían "invitado" a chupitos de orujo, y ¡claro¡ se los cobraron después. Acto seguido, éstos se marcharon, dirigiéndonos un irónico ¡¡que aproveche¡¡.
Como intuimos que no íbamos a caber, le pedimos a nuestro gentil camarero que nos cambiase de mesa.¡¡alli empezó todo¡¡ todo caras malas, malos modos, tardanzas excesivas. Me sirvieron las croquetas del perro, fritas con aceite reciclado al menos, 10 veces. Prácticamente, nos tiraron el plato a la cara, y no pudimos comer todos a la vez; entre el primer plato que sirvieron y el último había como un lapso de un millón de años. Pero la guinda del pastel fue cuando nos metieron el pan por cuatruplicado habiéndole dejado claro que no lo queríamos.

En conclusión, ojito con el restaurante los caracoles

saludos