Clásico en la ciudad

Local que inspira clasicismo por los 4 costados. Localizado en el mismo centro de la ciudad, hace años que se convirtió en uno de los referentes de la ciudad.

A la entrada una barra para dar paso al local, no muy grande, con mesas pequeñas para 4 comensales que solo pueden compartir un plato en el centro en un difícil ejercico entre copas. Muy bien vestidas, buenas copas, cubiertos y vajilla. Servicio en sala con muchos trienios a cuestas, eficiente y super profesional.

Carta de comidas con dedicación a verduras y hortalizas, aunque sin alcachofas frescas;  huevos y tortillas con varias opciones;  carnes y pescados con bastante variedad de cocina clásica; destacable en especial los primeros de cuchara además de posibilidades de platos diarios de martes a viernes. A pesar de ser un sitio destacable en pescados, los dias festivos anteriores desaconsejan la opción como bien nos indican al tomar la comanda.

La carta de vinos está reducida a Riojas y Riberas con unas muestras de vinos de Toro. Dentro de las DO referidas, los vinos son muy clásicos también. Parece que el tipo de clientes no dan opciones a nuevos planteamientos de bodegas. Al final tomamos una copa de verdejo facilón Mantel Blanco 2016 sin posibilidad de elección, y una botella del tinto Malleolus 2015 que se sirvió bien hasta que el comedor se llenó, dejando entonces la botella en la mesa para autoservicio; dos de agua grandes de Lanjarón.

Cuatro para comer y elegimos:

- de primeros:

. sopa castellana: bien condimentada, buen sabor, ración ajustada

. panaché de verduras: todo verduras frescas, cocidas cada una, bien aliñadas y con refuerzo de jamón, ración muy generosa.

. fabada asturiana: fabes cocidas pero al dente, buen compago aunque la ración era mejorable.

. sesos rebozados: muy amplia ración, bien rebozados, nada aceitosos y con textura algo blanda.

- de segundos:

. panaché de verduras: lo descrito. Recomendable.

. chuleta de ternera: buena carne, buena ración, bien hecha al punto pedido. Acompañan unas patatas fritas caseras que son la compañía habitual de casi todos los segundos platos.

. codornices estofadas: bien de sabor, buena carne, con cebolla horneada y patatas fritas

. perdiz (media) estofada: algo seca pero bien de sabor, buena ración, con cebolla horneada

- postres:

. compartimos dos raciones de arroz con leche: sabor demasiado lácteo y arroz poco entero. No acertamos.

. un café bueno.

Desde la sala se ve el hueco de salida de platos de la cocina y también se ve a la jefa, Pauli, que es capaz de preparar la fabada y despedir a los clientes en la puerta y hasta cuidar de los biznietos (si es que los tiene) y todo ello a la vez. Un ejemplo a seguir en dedicación a la restauración.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Joan Thomas

    Los sesos es uno de los pocos platos, difíciles para mi... (Malos recuerdos de la cantina del colegio), a MC le encantan.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Tampoco son un producto favorito para mí entre la casquería; pero no me resistí a probar uno. La fabada fue mi elección.
    Saludos

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