Desde primeros de año, el joven chef vallisoletano Luis Ángel Perez Martín, con experiencia en DiverXO, Aponiente, Zalacaín y Alama, desarrolla su propia experiencia gastronómica en un pequeño local de la calle Ríos Rosas, en donde a falta de medios (local con nulo diseño e incómodo tanto por tamaño como por prestaciones, folio a modo de menú; carta de vinos “visual” -con unas pocas botellas en una de las mesas-, lo, etc...) es suplida por las ganas, ilusión, creatividad y las explicaciones (siempre con una sonrisa) por parte del maître.

La oferta de MEDEA gira en torno a dos menús degustación, el corto que consta de 3 aperitivos, 8 platos y Petit fours (50€) y el largo de 3 aperitivos 11 platos y Petit fours (65€). Como quiera que el largo contenía uno de mis “incompatibilidades” nos propusieron el primero, tal vez hubiera habido alguna alternativa. 

De entre los vinos nos decantamos por el que no conocíamos CERVOLES 2012, de Cérvoles Celler (DO Costers del Segre) con Tempranillo, Cabernet  Sauvignon, Garnacha y Merlot, envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés de grano fino, que cumplió sin más.

Imposible enumerar las distintas composiciones degustadas, por la falta de soporte documental que permita recordar, siendo las extensísimas explicaciones de cada una de las propuestas imposible de retener, en cualquier caso, una propuesta gastronómica muy visual, con fusión y mezclas de sabores y texturas, mucho producto de mercando y sobre soportes alternativos en las presentaciones (muy bien trabajadas), pudiendo en algún caso volver a los olvidados lienzos de David Muñoz.

Cierta sensación de que falta un hilo conductor (tal vez sea querer llegar al éxito por la vía rápida), en todo caso, la falta de medios no facilita este tipo de propuestas, (tal vez un local en una zona no tan glamurosa pero más adecuado sería más apropiado). En cualquier caso, un fuerte aplauso a estos nuevos emprendedores, que seguro darán que hablar en el futuro.