Restaurante Carmen en Medellín
Restaurante Carmen
País:
Colombia
Localidad:
Vino por copas:
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Carmen
OPINIONES
1

Este restaurante supuso un pequeño paréntesis de lujo en nuestro viaje por la maravillosa Colombia.

Situado en El Poblado, al sur de Medellín, el barrio donde están casi todos los hoteles, bares, restaurantes y demás de cierto nivel, por decirlo así, el barrio pijo de la ciudad.

El restaurante tiene varios ambientes: uno nada más entrar, otro en el sótano con vistas a la cocina acristalada y un patio ajardinado que cuando estuve estaba cerrado pues llovía. El lugar es un poco oscuro, al menos para los estándares españoles.

Se puede elegir a la carta o un menú degustación de 5 o 7 platos ("maridaje" incluido). El precio de los menús es 47 y 64 euros respectivamente. Los precios de la carta varían entre los 10 euros aproximadamente de los entrantes, los 15-20 de los platos principales y los 5 euros de los postres. Precios muy confortables, al menos para lo acostumbrado en Europa o EEUU, donde si sube el precio es en el vino como comentaré más tarde.

La carta consiste en platos de gastronomía "global" interpretados modernamente y con guiños a ingredientes locales.

En nuestro caso decidimos pedir para compartir a la carta dos entrantes, dos platos principales y un postre:

CERDO & GNOCCHI
bondiola confitada, agridulce de guarapo & lulo, “gratinado” de queso costeño, gnocchi de maíz dulce & cuajada, rábanos rösti, jus trifásico.

Buen plato, buen contraste agridulce y bien conjuntado el gnocchi con el cerdo. 8 euros.

TACOS COREANOS
lonjas de res marinadas al estilo coreano, selladas a la plancha, kimchi picante de repollo morado & zanahoria, peras asiáticas, cogollo asado, “tortillas” de cilantro & maíz

Rico plato pero que me gustó menos que el anterior, más original pero menos conseguido. 7,5 euros.

NO ME LLAMES CAZUELA
pesca del día, langostinos pochados en mantequilla de cítricos, "chorizo & morcilla" de camarones, almejas negras, curry de cítrico nativo, brioche de fariña, edamame, shiso Chiang Mai chimichurri, wakame encurtido.

La pesca del día consistió en un pescado blanco del Pacífico que recibe el nombre de bravo, pero que desconozco cuál es. En realidad más que pescado es un plato a medio camino entre una zarzuela, un guiso asiático de mariscos y una bullabesa. Delicioso. 16 euros.

ARROZ CON PATO
carnitas de pato doradas a la plancha & glaseadas en agraz silvestre, arroz chaufa, espárragos, nabos braseados, jus de pato.

Algo menos sorprendente, un buen arroz con pato, pero sin nada emocionante. 16,5 euros.

CHOLAO
helado de mora, espuma de guanábana & chocolate blanco, arequipe de coco, arena de corozo, castañas & milo, fresa encurtida, salsa de piña asada & limoncillo.

Dulce super fresco y adictivo, con una mezcla de frutas locales dulces y ácidas que le hace muy interesante. 4,75 euros.

En cuanto al vino, carta correcta o más que correcta para un país como Colombia donde no abundan las cartas de vino. Mayoría de vinos españoles, chilenos y argentinos, con presencia importante de franceses, italianos y californianos, con algunos sueltos de otros lugares (Portugal, Australia, Alemania...), muy ecléctica, quizás demasiado, con cosas interesantes y otras que a mí personalmente me dicen menos. Los precios son severos, en Colombia el vino es muy caro. Nos decidimos por un Crasto blanco del Douro que nos sale por casi 43 euros. Por hacernos una idea, un LAN reserva sale por 46 euros, un Pago de los Capellanes por 67 euros y un Gramona III Lustros por 83 euros. El servicio del vino es bueno y las copas Spigelau.

Disponen de vinos por copas, igualmente caros, y de bastante cocteles y destilados, que no miré. Así como una selección de Portos por copa.

En cuanto al servicio en sí: en mi opinión es demasiado atento y servicial, muy amanerado para lo que es costumbre en Europa pero en cambio tiene algunos fallos, por ejemplo, pedimos todos los platos para compartir y nos traen los dos entrantes y los dos segundos a la vez, de dos en dos, en lugar de traérnoslos de uno en uno, pero quizás debimos especificarlos.

En resumen, un buen lugar para comer, con una gastronomía algo vista quizás: mezcla de cocinas europeas y asiáticas con toques latinoamericanos. Como nota original, el uso de ingredientes locales, que le da interés. Pero en general es un buen restaurante, que nos permite una comida de cierto lujo a precios más que asequibles, aunque a los precios baratos de los platos hay que sumarle el vino, que es muy caro y el servicio/propina, que en Colombia es un 10% más o menos obligatorio.

 

 

 

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