Cuando camino de la calle de la Franja para tomar un caldo gallego (un antojo como cualquier otro…) y de un vistazo se ve un local “distinto” (a los clásicos de toda la vida y modernos gallegos que se han multiplicado como las setas en la zona) con una decoración vintage en donde se anuncia un Menú Degustación que incluye “Arroz meloso de alga codium, zamburiña y panceta”, la opción fue dejar el caldo gallego para otra temporada…

El sorprendente local fue abierto en 2016 por el catalán Paco Chicón (chef) y por el argentino Sergio Musso (maitre y sumiller), que decidieron cerrar su restaurante de Barcelona “persiguiendo un sueño” (se dice en la Web), el sueño es hoy La Coruña, sorprendente elección como mínimo. En el camino organizan eventos, catas, cursos,…

El menú degustación (ÉTÉ) está compuesto por 6 propuestas, prepostre y postre (40€), que puede convertirse en corto: 4 propuestas y un prepostre. Recurrimos a este último, sin que pudiéramos conocer el “Arroz meloso de alga codium, zamburiña y panceta”, el plato necesita de un tiempo en la preparación y nuestra visita fue sorpresiva…

El menú se inicia con un aperitivo, una muy interesante mantequilla de algas, seguido de un “Salmorejo cordobés acompañado de mini tarta pescado azul”. El salmorejo muy bueno y cremoso, que se acompaña por una muy buena tosta de ventresca y tomate.

Continuamos con el “Pescado del día (lubina), dashi de algas y humus de fabas de Lourenza”, muy buena composición y combinación (destacable el humus y el consomé dashi).

Los principales fueron el “Matambre de ternera gallega con chimichurri y ensalada cítrica”, y en sustitución del arroz, el “Solomillo de ibérico con verduritas de temporada, queso cabreiro y crema griega”, ambos dos buenos trabajos con un punto de carne excelente. Del segundo a destacar el acompañamiento en varias texturas y formas, el primero mas básico.

Y como Prepostre “Frutos rojos de huerto con emulsión de aguaribay e hibisco y granizado de hierba Luisa”. Diversas combinaciones de frutos rojos. Bueno.

Carta de vinos diferenciada por variedad de uva (al fin) con diversidad de origines (no excesivamente extensa, pero muy bien trabajada). Nos decantamos por un muy buen PETIT VERDOT de Pago Dehesa del Carrizal con año y medio de barrica en roble francés. No recuerdo el año.

Sorprendente restaurante de dos profesionales volcados por su pasión, y que se han sabido adaptar al medio y a la excelente despensa gallega. Volveremos, pero llamando. UN NOTABLE MUY ALTO.